De la Reina Letizia se ha dicho que es fría y poco empática, algo que no es cierto. Sin embargo, mostrarse en público con cierta tensión ha llevado a que la gente, o parte de la población, tenga una imagen de Doña Letizia que no se corresponde con la realidad. La Reina es todo lo contrario, le gusta el contacto físico, y puede llegar a ser muy espontánea cuando se siente a gusto.
Esto fue lo que se vio a la salida de la cena de la que disfrutaron los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía, la Reina Sofía e Irene de Grecia. Los seis, así como sus primos Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud, salieron a cenar tras la entrega de trofeos de la 41 edición de la Copa del Rey de Vela 2023. Tenían esta vez mucho que celebrar debido a que el Aifos 500, el barco patroneado por Felipe VI, se alzó con la segunda posición en la clase ORC 1 en la que competía.
Así, tras la entrega, celebrada en el recinto Ses Voltes del Parc de la Mar de Palma, las mujeres de la familia se unieron a Don Felipe y se desplazaron a Es Portitxol para conocer el restaurante Mia, de Guillermo Cabot, que había sido inaugurado poco antes. Cambiaron así de escenario debido a que esta tradicional cena de la Familia Real en Palma suele ser en el restaurante Ola del Mar. Sin embargo, en esta ocasión cambiaron de escenario para disfrutar de las propuestas de este establecimiento cuyo dueño también lo es del Ola del Mar.
A la salida de la cena se pudo ver a una Reina Letizia muy cariñosa. Se encontraban todavía dentro del restaurante, cerca de la puerta, cuando Doña Letizia se quedó embelesada mirando a Felipe VI, al que dedicó sonrisas y miradas de amor que reflejan el buen estado de este matrimonio, el único de la familia de Borbón y Grecia que ha resistido.
Todo complicidad familiar
La Reina llegó a pasar su mano por la espalda de Felipe VI, algo que debe hacer mucho en privado, pero no tanto en público, momentos en los que los Reyes son más contenidos y suelen limitarse a agarrase del brazo o a mostrar cierta complicidad y dedicarse sonrisas, pero sin ir más allá.
No quedó la cosa ahí. Mientras la Reina Sofía abandonó el restaurante escoltada por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que llevaron del brazo a su abuela, Doña Letizia paseó cogida de la mano con Irene de Grecia. La tía Pecu, como se conoce en familia a la Princesa Irene, siempre se une a las vacaciones de la Familia Real en Mallorca y se aloja en Marivent con Doña Sofía.
Y aunque suele huir de los focos, la Princesa Irene se anima a aparecer en este posado familiar. En esta ocasión, aunque no estaba especialmente sonriente, sí parecía más relajada que tras la cena mallorquina del verano de 2022, cuando se le vio incómoda ante las cámaras.
Fue entonces el momento del posado familiar. En esos momentos, la Reina Letizia y la Infanta Sofía se miraron con mucha complicidad, un gesto madre e hija que refleja lo bien que se llevan. Después de las fotos, la Reina Letizia se acercó a Doña Sofía, que después de haber ido del brazo de sus nietas se agarró del Rey Felipe. Suegra y nuera se dieron unos besos a modo de despedida tras esta cena que supuso otro de esos posados que la Familia Real realiza durante sus veraneos en Mallorca, de los que en 2023 se cumplen 50 años.