En unos días en los que mucho se está hablando sobre las relaciones entre los tres hermanos de la Familia Real de Suecia, ellos continúan cumpliendo con su agenda ignorando por completo esas habladurías.
Esta semana ha arrancando para la Princesa Magdalena de Suecia, su marido Chris O'Neill y su hija la Princesa Leonor de Suecia con un viaje a Roma en compañía de la Reina Silvia de Suecia para encontrarse con el Papa Francisco.
Vestida de riguroso negro y luciendo un avanzadísimo estado de gestación, la Princesa Magdalena -que está a poco más de un mes de dar a luz a su segundo hijo- llegaba hasta el Vaticano con su hija en brazos, que no perdió detalle de todo lo que ocurría a su alrededor.
Ya en la sala de la audiencia con el Papa Francisco, la pequeña estuvo en brazos de su padre Chris O'Neill o incluso sentada sobre las rodillas de su abuela Silvia de Suecia -también de riguroso negro-, evitando que la pequeña pudiera recorrer la estancia con total libertad.
Leonor de Suecia, 'bajo la supervisión' de su abuela y sus padres
Y aunque permaneció durante toda la reunión bien observada y controlada tanto por sus padres como por su abuela, la pequeña de la familia -que lucía un vestidito blanco con chaqueta de punto del mismo color y zapatos dorados- se convirtió en la gran potagonista de la cita.
Ni un segundo dejó la Princesa Leonor de mirar, observar y señalar todo lo que iba ocurriendo a su alrededor. Además la pequeña también tiene que estar pasando por una época de dolores en las encías puesto que está en el momento de que empiecen a salirle las muelas.