Este martes 27 de agosto, los Reyes Felipe y Letizia llevaron por primera vez a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a visitar al Rey Juan Carlos en el hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se encuentra ingresado tras serle implantado un triple bypass aortocoronario.
La Familia Real apareció pasadas las 18:15 horas y posaron ante la prensa congregada antes de entrar en el centro médico para ver a Don Juan Carlos, que tuvo una intensa jornada de visitas ese día al haber estado anteriormente la Reina Sofía, la Infanta Elena, Froilán, Victoria Federica y la Infanta Cristina.
La timidez de Leonor y Sofía
A la salida, los Reyes y sus hijas recibieron los aplausos de los ciudadanos y ciudadanas que se encontraban a las puertas del hospital, y antes de volver a montarse en su coche y regresar a La Zarzuela, se acercaron a la prensa para realizar algunas declaraciones sobre el estado de salud de Don Juan Carlos.
Felipe VI tomó la palabra, teniendo a la Infanta Sofía a la derecha y a la Reina Letizia a la izquierda. La consorte hizo un gesto a la Princesa de Asturias para que se situara a la izquierda del Rey debido a que su primogénita iba a tener que hablar y ella no. Y así fue. El Monarca comentó que había visto muy bien a su padre: "Está bien, da gusto verle tan animado, con buena cara y como siempre manteniendo el buen humor, haciendo recuperación, comiendo bien". Preguntado por qué había almorzado, contestó entre risas que no le había preguntado el menú, pero que ha comido bien.
La prensa preguntó a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía cómo habían visto a Don Juan Carlos. La Princesa de Asturias, siempre tímida y con voz baja, señaló que habían encontrado a su abuelo muy recuperado. Sobre si estaba animado, la Heredera miró a su padre y después contestó que sí.
Las niñas habían llevado algo para Don Juan Carlos, momento en el que la Infanta Sofía ha respondido que era un regalo, una tarjeta. Se desconocen más detalles, ya que Felipe VI ha añadido que era una cosa íntima. Tras dar las gracias, la Familia Real ha vuelto al coche. Allí, antes de subir al vehículo, la Princesa de Asturias se ha dado la vuelta para que pudieran hacerle más fotos. De momento es demasiado tímida y no se maneja con soltura ante las cámaras, pero al menos va aprendiendo.