El viernes 27 de septiembre de 2024, la víspera de la boda de la Princesa Theodora y Matthew Kumar, Don Felipe y Doña Letizia viajaron a Galicia, en lugar de a Atenas. El motivo para faltar a la imponente boda griega era acudir a la cena privada por los 40 años de la jura de bandera de la promoción de la Armada de Don Felipe en el restaurante O Peirao de Combarro.
No obstante, antes de llevar a cabo la cita prevista, los Reyes de España se reunieron con la Princesa Leonor en Marín, donde la heredera al trono se está formando como guardiamarina en la Escuela Naval Militar. Allí los tres se pudieron encontrar con el Emérito Juan Carlos I, que estaba en Sanxenxo para participar en las regatas.
Una vez los cuatro juntos, llevaron a cabo un encuentro en la Escuela Naval de Marín que, según la Zarzuela, había sido privado, breve y familiar. Concretamente, el encuentro duró unas dos horas, aunque no hay imágenes de él, ya que tuvo lugar dentro de las instalaciones de la Armada.
El almuerzo de la Princesa y la Reina
Un día más tarde, el sábado 28 de septiembre de 2024, día de la boda de Theodora de Grecia y Matthew Kumar, los Reyes y la Princesa Leonor almorzaron en el restaurante Loxe Mareiro de Carril, una parroquia de Villagarcia de Arousa, en Pontevedra. Mientras Leonor vistió su uniforme de guardiamarina, sus padres optaron por aparecer con ropa informal. En especial, la Reina Letizia llevó unos vaqueros de tiro alto y acampanados con una camisa blanca con bordados.
La Familia Real fue recibida entre aplausos y apretones de manos. La Reina Letizia también aprovechó para charlar con un grupo de mujeres mariscadoras del colectivo Amarcarril. Una vez en el almuerzo, según el Diario de Arousa, la Princesa Leonor optó por beber agua, mientras que la Reina Letizia se decantó por degustar un Albariño. No hay nada raro en que una mujer adulta beba vino, pero sí ha chocado teniendo en cuenta que es abstemia. La Reina tomó alcohol durante muchos años, pero lo dejó de manera tan radical que ni siquiera bebe en los brindis, aunque sí se lleva la copa a la boca. En este caso habrá pensado que un día es un día.
Ambas tuvieron que comer lo que ofrecía el menú cerrado del restaurante, porque Loxe Mareiro no dispone de carta. Por tanto, comieron San Martiño con almejas de Carril, salpicón de pulpo, mejillones con chorizos y dorada. Por su parte, Don Felipe se sumó a ellas en los cafés.