Cariño a su abuela
Esa tarde, la Reina Sofía abandonó el hospital después de haber pasado 3:40 horas con el Rey Juan Carlos. Le acompañaron la Infanta Elena y sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, que pasaron por el centro médico después de comer para ver la evolución de su padre y abuelo. La relación entre el Rey Emérito y la Duquesa de Lugo es muy íntima, y se ha extendido a sus vástagos de esta, por lo que era lógico que aparecieran.
Al salir se vio una escena con la que se dio una lección a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, o mejor dicho a los Reyes Felipe y Letizia. Después de que la Reina Sofía preguntara a los periodistas que si habían comido (la respuesta fue afirmativa), la Reina Emérita se encaminó hacia el coche, cogiendo a su nieto Froilán del brazo.
Una vez junto a los coches, la Reina Sofía dijo adiós a su primogénita y a sus nietos, a los que besó con todo el cariño. La Duquesa de Lugo hizo la reverencia a la Reina Sofía, algo que repitió su nieta. La Reina Sofía se marchó a La Zarzuela radiante y feliz, al menos eso dejó ver en su rostro, lo que sienta realmente queda para ella.