Galería: Coronación de Carlos III
En tiempos de Isabel II, en el balcón de Buckingham Palace no cabía ni un alfiler en ocasiones como Trooping the Colour. Allí estaban la Monarca, el Duque de Edimburgo y sus hijos, nietos y bisnietos. También aparecían los Kent y los Gloucester, en ocasiones con sus propias descendencias, formando unas reuniones que parecían una boda. Ya al final de su reinado, las invitaciones fueron descendiendo. En su última salida al balcón en el Jubileo de Platino en junio de 2022, Trooping the Colour acogió a los miembros de la Casa Real Británica, mientras que el saludo que marcó el final de los actos del Jubileo, y que fue además el último de la Reina Isabel II, se limitó solo a la Monarca, Carlos y Camilla y al Príncipe Guillermo y Kate Middleton con sus tres hijos, es decir, el núcleo duro.
Parecía en aquel momento que Carlos ya quería mostrar la Monarquía reducida que deseaba, pero nada más lejos de la realidad. En su Coronación dejó claro que la distinción está entre la Familia Real Británica y la Casa Real Británica, es decir, entre los royals que sirven a la Corona y los que no, sin importar la línea de sucesión. De hecho, los dos primeros bancos fueron para los miembros de la Casa Real Británica, aunque hubo que ubicar por falta de espacio en la tercera fila a la Princesa Alexandra de Kent, prima hermana de Isabel II, royal trabajadora y que en el momento de la Coronación ostentaba el lugar número 54 en la línea sucesoria. A su lado se sentó el Príncipe Harry, quinto en la línea de sucesión y que parecía más un sobrino que el hijo del Rey.
Tras el Servicio de Coronación llegó el momento de la Procesión de la Coronación, en la que participaron los miembros de la Casa Real Británica, que volvieron a Buckingham Palace en carruaje. Ya en la residencia real, los Reyes Carlos y Camilla salieron a saludar desde el balcón, con sus respectivas coronas y acompañados de sus pajes. Enseguida salieron todos los restantes miembros de la Casa Real Británica, es decir, los Príncipes de Gales y sus hijos Charlotte y Louis, porque George fue paje de Carlos III y por tanto había salido, los Duques de Edimburgo y sus hijos, la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence, los Duques de Gloucester, el Duque de Kent y la Princesa Alexandra de Kent.
Hubo espacio para todos ellos, aunque no todos sirven a la Corona. Está claro que el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis no lo hacen porque son niños, pero están llamados a serlo. En el caso de Sir Timothy Laurence, no toma compromisos en nombre del Rey, pero sí acompaña en ocasiones a la Princesa Ana, y por tanto obtiene un lugar en la Casa Real Británica y siempre sale el balcón. La excepción llega con los hijos del Príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones, que ni son ya unos niños, ni se espera que sirvan a la Corona.
Unos royals singulares
Lady Louise Mountbatten-Windsor y James Mountbatten-Windsor, elevado a Conde de Wessex sucediendo a su padre una vez que Carlos III concedió al Príncipe Eduardo el Ducado de Edimburgo de forma vitalicia, son los royals más singulares. Tienen derecho a ser llamados Alteza Real y cuenta con la dignidad de Príncipes. De hecho, legalmente son Su Alteza Real la Princesa Louise de Edimburgo y Su Alteza Real el Príncipe James de Edimburgo, Condes de Wessex, pero sus padres decidieron que cuando tuvieran hijos, se les darían el tratamiento que reciben los hijos de un Conde, y después de un Duque. Con la mayoría de edad de Lady Louise, nada ha cambiado en ese sentido.
No se espera que sean royals trabajadores al ser ya sobrinos del Rey Carlos III, que no ha reducido la Monarquía en número de miembros, pero tampoco espera ampliarla, pero en estas ocasiones, Louise y James están junto a sus padres, quizás por su edad. En el momento de la Coronación de Carlos III, Lady Louise tenía 19 años, mientras que su hermano James contaba con 15. Ella ya es mayor de edad, pero todavía vive con sus padres y les acompaña en estos actos, así que Carlos III no duda en hacer excepciones con sus sobrinos pequeños, que fueron unos nietos muy cercanos y queridos de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo y que son además unos primos muy queridos por los Gales, que tienen una relación muy cercana con los Edimburgo.