Doble vÃnculo con la realeza
De este modo, el vÃnculo de Lady Elizabeth con la Familia Real Británica procede por vÃa materna: su madre, Ana Bowes-Lyon, era sobrina de la consorte y prima-hermana de la actual soberana británica. Por lo tanto, Lady Elizabeth Anson es prima-segunda de Isabel II.
En ParÃs, Ana Bowes-Lyon conoció al PrÃncipe Jorge de Dinamarca y al poco tiempo se casaron. Con lo cual, adquirió el tÃtulo de Princesa Ana de Dinamarca y se emparentó con las casas reinantes en Noruega, Reino Unido, Grecia y Rusia. Al fin y al cabo, el PrÃncipe Jorge era primo de la Reina Margarita II de Dinamarca y del Rey Harald V de Noruega. Eso sÃ, nadie de la Familia Real Británica acudió a la boda debido a la condición de divorciada de la novia.
Su propia historia personal y familiar
Sà acudieron, sin embargo, a la boda de Lady Elizabeth Anson con el fotógrafo Sir Geoffrey Shakerley el 27 de julio de 1972 en la AbadÃa de Westminster. Una celebración por todo lo alto en la que la Princesa Ana ejerció como dama de honor y entre cuyos invitados se encontraban no solo representantes de la realeza británica (la Reina Madre, la Reina Isabel y la Princesa Margarita), sino también la Princesa Beatriz de Holanda, gran amiga de la novia.
Poco después de su primer aniversario, en agosto de 1973 nació la única hija del matrimonio, Fiona Elizabeth Fenella Shakerley, y los tres vivieron una existencia tranquila y relativamente discreta durante años en su mansión londinense. Una tranquilidad que solo se vio alterada por un escándalo familiar que salió a la luz en la prensa británica en 1987.
Ese fue el año en que se descubrió que Katherine y Nerissa Bowes-Lyon (tÃas de Lady Elizabeth y primas de la Reina Isabel II), habÃan estado internadas en el Hospital Earlswood para enfermos mentales desde 1941 y que desde entonces ningún familiar habÃa acudido a visitarlas. Es más, a pesar de que Nerissa murió en 1986 y Katherine en 2014, ambas estaban consideradas legalmente como personas fallecidas desde 1963 y en el momento real de sus muertes nadie acudió a sus respectivos funerales.
Desde el Palacio de Buckingham se dijo que la Reina estaba al tanto de estos hechos pero declinaron hacer declaración alguna, puesto que consideraron que era "un asunto exclusivo de la familia Bowes-Lyon". Lady Elizabeth Anson salió del paso como pudo negando las informaciones y sosteniendo que su madre sà habÃa acudido a visitarlas pero que, como no la reconocÃan, los médicos sugirieron que estas visitas eran perjudiciales y dejó de hacerlas.
Muchos años después, otro escándalo volverÃa a salpicar a nuestra protagonista por causas nuevamente ajenas a ella. Su marido, Geoffrey Shakerley, era uno de los fotógrafos oficiales de la Familia Real Británica y fue él el encargado de retratar la boda del PrÃncipe Eduardo con Sophie Rhys-Jones en 1999. Más tarde se supo que habÃa retocado digitalmente la cara del PrÃncipe Guillermo en el retrato de familia porque, según él: "El PrÃncipe Eduardo creÃa que no era la mejor foto del PrÃncipe Guillermo, asà que pudimos cambiarla por una de otra toma donde salÃa sonriendo".
Finalmente Lady Elizabeth Anson y Geoffrey Shakerley se divorciaron en 2009 tras más de tres décadas de matrimonio. En realidad, estaban separados desde la década de los 80 y al poco tiempo de divorciarse legalmente, él contrajo matrimonio a los 77 años con una mujer más joven con él.
La mejor organizadora de fiestas
La realidad es que más allá de estos escándalos sin gran trascendencia, si por algo es conocida Lady Elizabeth aparte de por su parentesco con la Reina es por su trabajo como organizadora de eventos. Un mundo en el que se adentró de manera casual siendo muy joven, después de caerse por las escaleras siendo recepcionista en el Hotel Hyde Park.
"TenÃa que encontrar un trabajo que me permitiera trabajar desde casa. Yo misma habÃa planeado mi fiesta de debutante y estaba tan agotada tras organizarla que no la disfruté. Entonces fue cuando se me ocurrió la idea. Pensé que alguien deberÃa quitarle la carga a la gente para que realmente tuviese tiempo de disfrutar totalmente de la fiesta".
Tras organizar la fiesta para un ahijado de la Reina Madre, en los años 60 decidió fundar su propia empresa de eventos: Party Planners. Una compañÃa que se ha convertido en un referente gracias a sus grandes eventos y, sobre todo, por sus famosos clientes: el Barón Thyssen, Tom Cruise, Donald Trump, Mick Jagger, Valentino, Margaret Thatcher... Aunque su especialidad, sin duda, son las fiestas para la realeza.
Lady Elizabeth es, desde hace más de medio siglo, la encargada de organizar prácticamente todas las fiestas de la Familia Real Británica: desde los cumpleaños de prácticamente todos sus miembros a ocasiones más solemnes como el Jubileo de Oro de la Reina Isabel II en 2002, las dos bodas del PrÃncipe Carlos y, más recientemente, la cena de gala previa a la boda de los Duques de Cambridge en el Hotel Mandarin Oriental de Londres.
Sus parientes británicos no son, ni de lejos, sus únicos clientes. Ha trabajado también para la Reina Beatriz de Holanda, para los Reyes de Noruega y para la Reina Margarita de Dinamarca. De hecho, la propia Lady Elizabeth reconoce que de todos los eventos que ha organizado en su carrera, sin duda el más difÃcil fue la boda del PrÃncipe Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller en 1995. ¿La razón? Las cifras eran enormes: 1.500 invitados a la cena de gala previa, 1.700 invitados al almuerzo nupcial e ingentes medidas logÃsticas y de seguridad.
Para ella la clave no está en la calidad del evento en sÃ, sino en la calidad de los invitados: "No se trata de ingredientes caros. Se trata de personas. Una fiesta con pasta y salchichas puede ser tan buena como una de langosta y caviar". Aun asÃ, su principal consejo de cara a la organización de una fiesta es sentar a todos los invitados aburridos en la misma mesa: "No se darán cuenta de que ellos son los aburridos".
Con el tiempo, el tipo de fiestas organizadas por Party Planners ha ido cambiando y adaptándose a las aficiones de las nuevas generaciones. Pero hay una problemática que existirá siempre en cualquier evento festivo: ¿cuál es el momento idóneo para cerrar una fiesta? Lady Elizabeth Anson lo tiene claro: "Si dejas que la fiesta se agote, estás acabado. Cuando haya ya pocas personas en la pista, anuncia que es el penúltimo baile y cierra el bar. La gente se va rápido cuando no puede tomar una copa".
La discreción en su negocio es una máxima y es por ello por lo que la aristócrata se refiere a sus clientes con apodos para evitar cualquier tipo de filtración. En el caso de su mejor clienta, la Reina Isabel II, se refiere a ella como Shirley Temple. Un apodo con el que la soberana está muy familiarizada, ya que era asà como la llamaban con tono despectivo y burlón los Duques de Windsor.
Sobre los gustos de Isabel II en sus fiestas, Lady Elizabeth solo se ha permitido dar el siguiente dato: "La Reina es mi clienta más meticulosa. Ella revisa todos los detalles de cualquier evento: el lugar, las flores, las habitaciones de invitados, los menús...". Nos quedamos con las ganas de saber si su Graciosa Majestad es de esas pocas personas que quedan hasta el final en la pista de baile o si es de las que prefiere las salchichas al caviar. Lady Elizabeth Anson murió el 1 de noviembre de 2020 a los 79 años.