El 31 de agosto de 1997, el mundo despertó con una noticia que no podía creer: Lady Di había muerto. Después de pasar unos días de amor disfrutando de unas lujosas vacaciones por el Mediterráneo en el yate de Dodi Al Fayed, la pareja había viajado a París, donde el millonario egipcio tenía un apartamento. Ambos fueron a cenar al Hotel Ritz de la capital francesa, propiedad de Mohamed Al Fayed, y aunque salieron por la salida trasera para evitar a los paparazzi, no lograron que un enjambre de ellos no les siguieran cuando cogieron un coche. El vehículo era un Mercedes S28 perteneciente a la flota del hotel y fue conducido por un chófer de nombre Henri Paul. Al lado, el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, y detrás se encontraba la pareja.
Pasadas las 00:20 del ya 31 de agosto. Perseguidos por los incansables fotógrafos, a los que el Príncipe Guillermo ha llamado "jauría de perros", el chófer, que triplicaba la tasa de alcohol permitida, aceleró hasta perder el control del coche y chocó a 105 km/hora contra el decimotercer pilar del túnel del Puente D'Alma de la capital francesa. El coche quedó destrozado, y tanto el conductor como Dodi murieron en el acto. El guardaespaldas y Lady Di sobrevivieron, y fueron trasladados al hospital.
La Princesa de Gales recaló en el Hospital de la Pitié-Salpêtrière, en París, donde llegó muy malherida. A las 04:05 horas, Lady Di murió tras sufrir una hemorragia interna. Horas después, el mundo entero conoció la noticia, tragedia que sus dos hijos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry, conocieron al despertarse en Balmoral, residencia de verano de la Familia Real Británica en Escocia. Fue el comienzo de una pesadilla para unos adolescentes que tardaron años en superar que su madre había muerto. Reino Unido lloró la desaparición de la que fue calificada como 'princesa del pueblo', mientras la Familia Real sufrió numerosas críticas por su frialdad.
20 años más tarde, se han sucedido los recuerdos. Sus hijos, Guillermo y Harry, han elegido este aniversario para recordar a la Princesa de Gales con el documental 'Diana, nuestra madre', emitido con gran éxito de audiencia en Reino Unido y que TVE mostró el 31 de agosto de 2017, día en el que se cumplían las dos décadas sin Lady Di. En este documental, los Príncipes Guillermo y Harry desnudaron su alma por primera vez y hablaron de cómo se sintieron tras la muerte de su madre y cómo han superado el deceso. También abrieron su álbum de fotos privado y se ensalzó la figura de Diana como princesa, como mujer solidaria y como madre, sin pasar por alto su divorcio del Príncipe Carlos y otros aspectos poco agradables de su corta pero intensa vida.
La otra cara del homenaje a Lady Di
Previamente, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry ofrecieron declaraciones de su madre como nunca antes habían hecho. Además, el 30 de agosto se acercaron a Kensington Palace para visitar el White Garden creado en su honor, dejaron flores en memoria de la reina de corazones y se reunieron con representantes de organizaciones con las que colaboró Lady Di. A ellos se les unió Kate Middleton, que aunque no llegó a conocer a su suegra, siempre ha tenido su recuerdo muy presente.
Paralelamente, se han ido publicado secretos, intimidades y escándalos de Lady Di, sobre todo relacionados con sus problemas con la bulimia, con sus infidelidades, y sobre todo con las traiciones del Príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles. Ha sido la cara más morbosa y amarga de este aniversario que ha devuelto a la actualidad a la que fue la mujer más famosa del mundo.