Hace sólo seis meses que la pareja de moda, el Príncipe Guillermo y Catalina Middleton, se daban el 'sí, quiero' en la capital británica, y parece que no tienen ganas de esperar para tener su primer hijo.
Todas las alarmas han saltado en Inglaterra durante el viaje oficial de los Duques de Cambridge a Copenhague para solidarizarse con UNICEF y enviar paquetes con comida al cuerno de África. A la pareja se les invitó, entonces, a probar unas raciones de comida de las que las Naciones Unidas está mandando al país tercermundista. Y es que, mientras Guillermo se chupaba los dedos al degustar crema de cacahuetes, Kate se negaba a ello y se limitaba a mirar cómo se lo pasaba su marido.
Además, E News! ha confirmado, tras hacer los chequeos pertinentes, que Kate, quien nunca antes había rechazado un producto en viaje oficial, no sufre ningún tipo de alergias que le haya podido incitar a rechazar los cacahuetes.
Luz verde para ir a por el bebé
El pasado 28 de octubre, 16 líderes de gobiernos de la Commonwealth se ponían de acuerdo por unanimidad para cambiar las leyes en toda Inglaterra. "Dicho de forma simple, si el Duque y la Duquesa de Cambridge tuviesen una niña, esa niña sería algún día nuestra Reina ", así lo anunciaba tras la votación el Primer Ministro británico, David Cameron.
De esta forma, la Familia Real británica hacía historia al permitir que una niña pueda ser Reina de Inglaterra el día de mañana. Parece ser que tantas prisas por cambiar la legislación está relacionado con el reloj biológico de Kate, quien tiene ya casi 30 años.