Mientras Froilán y Victoria Federica son muy mediáticos, algo que en el caso de Felipe de Marichalar es un incordio, pero que no le parece para tanto a la benjamina de la Infanta Elena, Juan Urdangarin es todo lo contrario. No le gustan los grandes eventos como a sus primos, ni ser el centro de atención, ni sería capaz de afrontar la presión mediática que puede llegar a tener su hermano Pablo si logra triunfar en el balonmano. Tampoco comparte con sus primos Marichalar su deseo de hacer carrera en los negocios y la empresa.
No ha logrado dejar atrás esos años complicados, y no lo hará realmente hasta que su padre salga de la cárcel y haya saldado por tanto su deuda con la sociedad. Mientras tanto, él aprovecha su posición privilegiada y sus ganas de ayudar explotando al máximo su vena solidaria. No realizará viajes de cooperación como las Reinas de España, no será presidente de honor de nada como sí lo son sus parientes reales de mayor rango, pero sí está comprometido con ciertas causas.
En el año sabático que se tomó desde que terminó sus estudios en el Ecolint de Ginebra y su entrada en la universidad aprovechó para pasar tiempo con su padre y para realizar un voluntariado. Viajó a Camboya para trabajar con El Sauce, la fundación del jesuíta Kike Figaredo Alvargonzález. Se fue con experiencia porque tiempo atrás había realizado otro voluntariado en Vietnam.
Entre Reino Unido y Madrid
Su etapa universitaria es la más misteriosa. Se instaló en Reino Unido para estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad de Essex. Se desconoce el tiempo que pasó en el campus de Colchester, porque un año después se había instalado en Madrid. La mudanza se vio como una forma de que Iñaki Urdangarin recibiera el tercer grado con facilidad al poder tener como referencia un domicilio relativamente cerca de la cárcel de Brieva y todavía más cerca de Hogar Don Orione, donde el exjugador de balonmano realiza un voluntariado que le permite salir de prisión tres veces por semana.
En Madrid, su vida es muy discreta. Por suerte para Juan Urdangarin no ha trascendido dónde reside exactamente. Lo que sí se ha sabido es que sigue adelante con sus estudios de Relaciones Internacionales y que no ha dejado de lado su labor solidaria. ABC publicó que Juan Urdangarin colaboró con la ONG Entreculturas. Vanitatis añadió que dicha colaboración se fraguó después de que el hijo de Cristina de Borbón contactara con la Fundación Entreculturas para ser voluntario. Se encargó de realizar un informe sobre la vuelta a las escuelas de forma digital en el mundo: "Se enfoca en lo suyo, le gusta mucho, y trabajó con intensidad", señaló la ONG. Además, Entreculturas comentó que su colaboración terminaba porque Juan Urdangarin les dijo que tenía que irse al extranjero. Esta salida y el hecho de que siga con sus estudios deja entrever que su vida está entre Reino Unido y Madrid y no solo en la capital de España.
Con todo ello, Juan Urdangarin muestra otra forma de ser royal en España. Apuesta por una carrera más allá de los negocios, sin ganas de tener demasiada relevancia pública y con una vertiente solidaria que es posible que le acompañe toda su vida. Lógico que la Reina Sofía, que aunque quiere a todos sus nietos por igual, tenga especial predilección por Juan Urdangarin.