El primo de Felipe VI fue incinerado el día después de su fallecimiento y sus cenizas fueron llevadas a Madrid para reposar en el panteón familiar de los Gómez-Acebo.
Juan Gómez-Acebo moría en la mañana del lunes 12 de agosto de 2024 a los 54 años. El Vizconde de la Torre falleció a causa de un cáncer que padeció durante unos meses, y lo hizo en Mallorca, donde decidió estar en la etapa final de su vida. Junto a él estuvieron sus familiares más cercanos, que le acompañaron hasta el último momento.
Ese mismo día sus restos mortales fueron trasladados al tanatorio de Calvià, hasta donde se trasladaron familiares y amigos, entre ellos la Reina Sofía, su tía política, que tras volver de los Juegos Olímpicos de París 2024 regresó a Marivent y pudo acompañar a los Gómez-Acebo en un momento de tanto dolor.Como señala el diario Última Hora, el hijo de la Infanta Pilar fue incinerado en el tanatorio de Sóller en la mañana del 13 de agosto de 2024. Y posteriormente, sus cenizas se trasladaron a Madrid, para reposar en el panteón que los Gómez-Acebo tienen en el cementerio de San Isidro de la capital de España.
El 15 de agosto de 2024 se esperaba que tuviera lugar el entierro de Juan Gómez-Acebo, sin embargo, Aurelio Manzano ha comunicado que se va a posponer a septiembre de 2024 para que pueda ir el mayor número de personas posible. El Vizconde de la Torre descansará junto a sus padres, la Infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, y su hermano Fernando, fallecido el 1 de marzo de 2024 a los 49 años. Fue precisamente en la misa funeral por Fernando Gómez-Acebo cuando se vio por última vez al primo de Felipe VI. Era el 8 de abril de 2024 y estuvo acompañado por Teresa Véret, su última pareja y con la que vivía en Miami.Felipe VI sí podrá ir al funeral de su primo
Ese día, Don Felipe no podía estar presente, y no por encontrarse de vacaciones privadas, sino porque los días 15 y 16 de agosto de 2024 está en República Dominicana para la Toma de Posesión del Presidente electo, Luis Abinader. Así, al moverse la despedida a septiembre de 2024 podrán acudir más familiares y amigos, como ocurrió con Fernando Gómez-Acebo, cuya despedida en la Catedral Castrense fue multitudinaria.