En todas y cada una de sus apariciones ha sacado su lado más travieso y revoltoso, dejando al descubierto que, aunque sea un Príncipe, todavía no tiene intención de cumplir con el protocolo. Sus correteos, sus preguntas y sus inquietudes se han vuelto a convertir en los grandes protagonistas durante su último acto oficial.
Los Duques de Cambridge decidían visitar la base aérea Royal International Air Tattoo en Gloucestershire acompañados de su hijo mayor, que se cogió una tremenda rabieta nada más llegar porque el ruido le molestaba en los oídos.
Rápidamente sus padres encontraron una eficaz y divertida solución: unos cascos azules con los que el Príncipe Jorge pasó el resto del tiempo mientras descubría las diferentes aeronaves e incluso era subido en algunas de ellas por su padre.
Jorge de Cambridge, un Principito muy curioso
El Príncipe Guillermo fue una a una resolviendo todas las dudas e inquietudes que se le pasaban por la cabeza al pequeñajo en esta visita con la que se celebraba el 75 aniversario de sus cadetes.
Una visita en la que además Jorge de Cambridge pudo montar con su madre Kate Middleton, que escogió para la ocasión un vestido azul de Stella McCartney, en un helicóptero, momento que le pareció tremendamente divertido.