Galería: La Familia Real Española en imágenes
El 23 de febrero de 2021 se cumplieron 40 años desde el intento de golpe de estado. Para conmemorar un día que hay que recordar para que jamás vuelva a suceder, tuvo lugar un acto en el Congreso de los Diputados presidido por el Rey Felipe y con la asistencia de los Poderes del Estado.
Felipe VI ofreció un discurso en el que evidentemente hizo mención al Rey Juan Carlos, cuya intervención fue clave para el fracaso de la intentona golpista. Además, recordó sus propias vivencias de aquella interminable noche que Don Felipe vivió en La Zarzuela : "Millones de españoles, incluso de mi generación, tienen -tenemos- aquella noche grabada en la memoria. Esa noche yo fui testigo también -todavía niño- de aquel episodio histórico y aprendí el inmenso, el incalculable valor que tiene la libertad para el pueblo español", fueron las palabras de Felipe VI sobre sus recuerdos del 23F.
Los recuerdos de Jesús Ortiz
Muy lejos de allí, concretamente a unos 440 kilómetros más al norte, los Ortiz Rocasolano, que por aquel tiempo ni se les pasaría por la cabeza emparentar con la Familia Real, lo vivieron de otra forma. Jesús Ortiz, padre de la Reina Letizia, rememoró su experiencia de aquel tenso 23 de febrero de 1981. Lo hizo en Twitter, el mismo lugar en el que días antes anunció su jubilación.
"Me pregunta un colega por mis recuerdos del 23F. Por este orden, angustia, zozobra, cabreo y más cabreo. 31 años. 18:30, más o menos. Llegaba a Oviedo desde Trubia, de hacer alguna entrevista, conduciendo la unidad móvil de RCE y escuchando las votaciones del Congreso. Iba con un compañero al lado, Jaime Roza, creo. Se quedó, nos quedamos, mudos. No sé cuántos minutos tardé en comprender la gravedad del asunto, pero se agolparon imágenes de los relatos, contados por mis padres y abuelos de las represiones de unos y otros del 34 en adelante ", señaló el periodista.
"De repente, algo explota en mi cabeza y lo relaciona: mis tres hijas (9, 8 y 6), estaban en clase del ballet con su madre en el estudio de Marisa Fanjul, local que estaba justo encima de la sede de CC. OO. «¡Jo***! Como a algún descerebrado le dé por liarla... "Pocos sabían que en el piso de encima del sindicato había una escuela de ballet llena de niños, profesores y padres a esas horas. Subí, dije a mi familia que nos marchábamos de ahí a toda prisa y sin preguntar y advertí a la directora de la escuela de mis temores", añadió Jesús Ortiz haciendo referencia a sus hijas, si bien tenían en realidad 8, 7 y 5. Las edades de las que habla su padre son las que cumplieron a lo largo de 1981, pero no las tenían todavía ese 23 de febrero.
Ya en casa, las cadenas de radio y la televisión empezaban a emitir marchas militares, al menos las de Medios de Estado, donde se encuadraba RCE. Yo quería hacer algo, salir con la Unidad, contar qué pasaba en Oviedo; llamé a mi director, José Luis Pérez Perelétegui. Mi jefe me dijo que tenía órdenes muy claras de no hacer nada, que él estaba en los estudios, en la Calle Asturias, y que estuviera pendiente del teléfono por si acaso. Cabreo: yo quería hacer algo... ¡ya! No fue posible esa noche porque sólo se emitió programación nacional. Solo pudimos contar cosas de local a la mañana siguiente. Y, bueno: lo demás es historia que se puede leer, con mayor o menor grado de veracidad y objetividad, en algunos libros. Y sí: fue la noche de los transistores. Y sí: medio mundo se dio cuenta de la importancia de la radio. Y sí: la radio sigue viva, activa, útil y eficaz. Por si las dudas", finalizó Jesús Ortiz sobre un día y una noche que nadie podrá olvidar.