Parece que el año que ha pasado Froilán en América en un internado militar no le ha servido de mucho. El hijo de la Infanta Elena, de vuelta a la capital, decidió salir de fiesta con sus amigos a la conocida discoteca, Teatro Barceló, pero su noche no fue como esperaba.
Sin castigo
Pero la historia no llega hasta aquí. Froilán no quería irse a casa, por ello se escondió en una de las salas de la discoteca hasta que los agentes se fueron y después volvió a casa por su propio pie. No sabemos lo que ocurrió al llegar a casa pero parece que la bronca de su padre no fue lo demasiado grande ya que al día siguiente el joven fue visto en la misma discoteca.
A pesar de que el nieto del Rey emérito aun no tiene los 18 años, aunque está a punto de cumplirlos, ya frecuenta discotecas para mayores de edad. El Grande de España era relaciones públicas de esa misma sala pero de la versión ligth, pero ahora se ha pasado el siguiente nivel.