Jaime del Burgo le confiesa a Peñafiel que mantuvo una relación con la Reina Letizia antes de casarse con Telma Ortiz

El 21 de noviembre llegaba el nuevo libro de Jaime Peñafiel, 'Letizia y yo', y lo hacía con una bomba totalmente inesperada: la participación de Jaime del Burgo, conocido por haber sido marido de Telma Ortiz, hermana de la Reina Letizia, y cuyo matrimonio fue discreto y toda una incógnita en cuanto a su final. La demanda de divorcio se interpuso en 2014 en Barcelona. Cuando ambos tenían que ir a ratificarla, Jaime del Burgo no se presentó, fue su padre, y alegó que este se había arrepentido. Finalmente la ruptura se produjo en 2016. Ahora, vuelve con una única finalidad : " Que se conozca la verdad sobre la vida de una mujer cuya existencia es distinta a la de los demás españoles, solamente por su condición de consorte de Felipe VI ".

Jaime del Burgo y Telma Ortiz durante su estancia en Nueva York

Al empresario siempre se le conoció públicamente como un amigo de la juventud de la Reina Letizia, atribuyendo también a esta relación que luego tuviese un romance con Telma Ortiz. La relación parecía buena, de hecho Jaime del Burgo fue testigo en la boda de la entonces periodista con el entonces Príncipe de Asturias. Ahora, casi 20 años después, este se ha revelado de nuevo públicamente como uno de sus 'enemigos' sacando a la luz la que según él fue la verdadera relación que mantuvo con la actual Reina, que antes de amistad fue de amor.

"Llevaba un anillo de pedida en el bolsillo"

Este asegura que la relación con la entonces conocida como Letizia Ortiz comenzó en Venecia y, asegura, tuvo "cuatro etapas". La última de ellas terminó durante una cena en el jardín del hotel Ritz en Madrid cuando quiso pedirle matrimonio: "Llevaba un anillo de pedida en el bolsillo". Nunca llegó a proponérselo porque la ahora Reina le confesó durante la velada que se había enamorado de un hombre que le cambiaría la vida. Meses después se anunció su compromiso con el futuro Rey de España.

A pesar del amor que se supone que le profesaría teniendo en cuenta que quiso que fuese su esposa, siguió a su lado en calidad de amigo ya no solo de ella, también del Príncipe de Asturias: " Con Felipe tuve una gran relación de amistad. Yo le contaba mis problemas, y él, los suyos ". Y la relación siguió siendo buena hasta agosto de 2011 cuando tuvo una bronca en Marivent con la Reina Letizia: "En noviembre de ese año, encontrándome en Londres, recibí una llamada. Fue muy breve: 'No podemos seguir viéndonos'. Y colgó ".

Jaime del Burgo y Telma Ortiz en Barcelona

A pesar de ello, fueron los entonces Príncipes los que hicieron de celestinas con Telma Ortiz cuando se fueron los cuatro al cine : "Llovía a mares, y, en lugar de regresar en el coche con los príncipes, lo hice en el de Telma. Cuando llegamos al Pabellón del Príncipe, llovía tanto que no pudimos salir. Y allí estuvimos cerca de una hora hablando. Me pidió que fuera un día a visitarla a Barcelona, donde entonces vivía. Y es lo que hice. La llamé y fui. Le dije que su hermana no debía saber que había ido. No se sorprendió. A ella también le había prohibido verme", confiesa.

"Hoy le he pedido a Letizia que colabore para que el Rey pueda morir en su casa"

Ahora, 12 años de aquella separación forzosa con la Reina Letizia, ha vuelto a la actualidad asegurando que todo lo que está contando está sustentado en pruebas que le ha hecho llegar a Peñafiel: "Fotografías, vídeos, móviles, SMS", todas ellas se encuentran a buen recaudo en una caja fuerte de un banco.

Estas confesiones son también sorprendentes porque en el propio libro se recoge las declaraciones de Jaime del Burgo asegurando que sigue teniendo cierto contacto con la Reina Letizia aún hoy en día o, al menos, cuando se estaba escribiendo el libro: " Hoy le he pedido a Letizia que colabore para que el Rey pueda morir en su casa y en su patria ", en relación al Rey Juan Carlos: "Los elefantes viejos regresan al lugar donde nacieron. Aunque Juan Carlos nació en Roma, por accidente, su casa es España (...) Hay un Rey puesto por el BOE. Y hay otro que vive a cuarenta grados a la sombra y que, en mi modesta opinión, lo sigue siendo, según mi interpretación del derecho y de las leyes de la razón natural aplicadas a las circunstancias del caso".