Un año más, Mónaco se ha puesto solenme como suele hacer cada 26 de enero para celebrar Santa Devota, y un año más han aparecido los Príncipes Alberto y Charlene para tomar parte de todas las celebraciones que se realizan en honor a la patrona de Mónaco.
El año pasado hubo una gran sorpresa, ya que los mellizos aparecieron en el balcón del Palacio Grimaldi para ver la procesión que tiene lugar en honor a la santa y que pasa por delante de la residencia oficial del Príncipe Soberano de Mónaco. Esta vez, la pareja reinante prefirió salir sola a ver los actos litúrgicos.
Los adorables mellizos Grimaldi
Donde sí estuvieron Jacques y Gabriella de Mónaco fue en la quema de la barca que se realiza en Port Hercule para homenajear a Santa Devota. Allí, los niños estuvieron muy pendientes de lo que les decían sus padres, aunque también fueron muy espontáneos, sobre todo la Princesa Gabriella, que abrazó con mucho cariño a su hermano.
La Condesa de Carladès se había ganado fama de malhumorada porque en algunas de sus apariciones públicas estaba siempre seria y un tanto enfadada, y de hecho una vez tuvieron que llevarle a Palacio porque agarró un berrinche y estaba inconsolable. Mientras, el Marqués de Baux siempre estaba dispuesto, por lo que no faltaba nunca cuando sus padres querían llevarle a un acto.
Los Príncipes Jacques y Gabriella se van familiarizando poco a poco con los actos oficiales, ya que desde bien pequeños, los Príncipes Alberto y Charlene han querido que se acostumbren a las cámaras y a la ciudadanía a la que algún día representarán. En los últimos días han tenido mucha presencia pública. Por un lado acudieron al Festival de Circo de Monte-Carlo, mientras que por otro se divulgaron unas fotos de los niños jugando en el parque.