El circo es muy importante para la Familia Real de Mónaco, sobre todo para la Princesa Estefanía, que está volcada con el Festival de Circo de Monte-Carlo desde que su padre, Rainiero III, le cedió el testigo. Año tras año por estas fechas, y ya van XLII ediciones, los Grimaldi apoyan con su presencia un certamen que no hace más que crecer.
Después de que la Princesa Estefanía acudiera acompañada del Príncipe Alberto, de sus hijos Louis y Pauline Ducruet, y de la que está llamada a ser su nuera, Marie Chevallier, llegó el turno de que se dejaran ver también otros miembros de la saga Grimaldi.
Así, apareció por fin Camille Gottlieb, benjamina de Estefanía de Mónaco, que fue con un total black y se protegió del frío con un sombrero negro al más puro estilo ruso. También estuvieron la propia Princesa Estefanía, Pauline Ducruet y el Príncipe Soberano, que no pierde ocasión de apoyar el Festival de Circo.
Sin embargo, quienes acapararon toda la atención fueron los Príncipes Jacques y Gabriella de Mónaco, vástagos de la pareja reinante. Es la primera vez que acuden al circo, o al menos al Festival de Circo de Monte-Carlo, y no podían dejar de mirarlo todo con asombro con sus grandes ojos azules.
La Condesa de Carladès, que es más nerviosa, estaba encantada de estar allí, no se perdió nada y no dudó en acercarse a 'saludar' a una jirafa. Por su parte, el Marqués de Baux estuvo más tranquilo durante la celebración del espectáculo.
Ni Charlene, ni Carolina de Mónaco
Solo se echó de menos a la Princesa Charlene, que no acostumbra a aparecer por el Festival de Circo más que en contadas ocasiones. Al menos ella aparece, ya que la Princesa de Hannover y su descendencia no pasa nunca por allí.