Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan, han visitado el Principado de Mónaco, donde fueron recibidos por el Príncipe Alberto y la Princesa Charlene junto a Jacques y Gabriella de Mónaco.
Con motivo de su gira por Francia e Italia, el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, y su mujer, Peng Liyuan, han hecho una breve parada en Mónaco. El Príncipe Alberto y la Princesa Charlene les recibieron en Palacio con una calurosa bienvenida en la que no faltaron los himnos chino y monegasco, los protocolarios saludos oficiales y la correspondiente revisión de las tropas. Más tarde, Jefes de Estado y Primeras Damas se separaron para hacer distintas actividades en esta breve visita.
Mientras el mandatario chino y el Príncipe Alberto se reunieron para hablar sobre cuestiones económicas y medioambientales, sus respectivas esposas disfrutaron de una actuación musical de la violinista Zhang Zhang. Sin embargo, los verdaderos protagonistas de este encuentro oficial fueron los pequeños Jacques y Gabriella de Mónaco.El curioso comportamiento de Jacques y Gabriella de Mónaco
Aunque en un principio los mellizos se mostraron bastante tímidos, no tardaron en coger confianza con sus invitados haciendo que esta visita fuese de lo más entrañable. De hecho, Jacques de Mónaco se encontraba tan a gusto que llegó a quedarse dormido.
Para el almuerzo oficial se unieron Carolina y Estefanía de Mónaco, que tienen poca participación en la vida oficial del Principado de Mónaco, aunque forman parte de la Familia Real y por eso de vez en cuando toman compromisos en nombre del Príncipe Alberto o junto a él.
Al tratarse de una visita de tan alto nivel, la Princesa de Hannover y la Princesa Estefanía fueron requeridas por Palacio Grimaldi para participar en el almuerzo que Alberto II dispensó al Presidente de China y a la Primera Dama. Las dos hermanas eligieron el blanco y apostaron por la discreción.
Después de la comida dieron un breve paseo por el exterior del Palacio Grimaldi antes de que Xi Jinping y Peng Liyuan abandonaran el Principado. Para la sorpresa de la Primera Dama china, Jacques y Gabriella la despidieron con unos cariñosos besos, endulzando este fugaz encuentro. El heredero al trono no pareció quedarse satisfecho con esta despedida, ya que se le pudo ver asomado por la ventana hasta que su invitados abandonaron por completo el Palacio.