La Infanta Cristina ha vuelto a la ciudad que fue su casa durante casi un cuarto de siglo. La hermana del Rey retornó a Barcelona tras cuatro meses sin pisarla, y como señala Vanitatis, lo ha hecho por motivos profesionales.
El pasado miércoles 6 de septiembre, Cristina de Borbón aterrizó en la capital catalana. Se alojó en los apartamentos Victoria, ubicados en Pedralbes, ya que desde que vendió la casa de Elisenda de Pinós que tantos disgustos causó a su familia, no tiene casa en la ciudad condal.
El día después de su llegada se fue a la peluquería de siempre. Una hora más tarde acudió a la sede de La Caixa, a la que entró por el parking para pasar desapercibida. Al salir de su trabajo, se marchó al Putxet, donde visitó a sus cuñados, Ana Urdangarin y Carlos Gui, con los que tiene una relación excelente.
Ya el viernes 8 hacia las 21:00 horas, la Infanta Cristina se marchó rumbo a Ginebra para volver a casa con su marido y sus hijos, para descansar con ellos el fin de semana antes de empezar una nueva semana. Así, está claro que este viaje fue motivado por su labor como directora del area internacional de la Obra Social de La Caixa.
La Infanta Cristina pide su dinero
Aunque ha sido pillada, no era la intención de la Infanta Cristina, que pretende pasar lo más desapercibida posible en la mayor parte de sus viajes a España. De todos modos, desde que fue absuelta en la sentencia del Caso Nóos, está más despreocupada. Sus problemas con la Justicia han terminado, pero ahora es ella la que tiene problemas con la Infanta. La hermana del Rey depositó 1.036.938 euros en concepto de responsabilidad civil, pero la multa que se le impuso fue de 265.088 euros, por lo que ha solicitado a la Audiencia Nacional la devolución de 771.000 euros.