La Duquesa de Cambridge visitó un centro de entrenamiento de Cadetes de la RAF y se reunió con supervivientes del Holocausto.
Kate Middleton sigue con su agenda en solitario después de haber retomado sus compromisos públicos con una visita a la base aérea de Brize Norton, en el sur de Inglaterra, una de las más importantes de las que tiene la RAF. Posteriormente acudió a otro acto totalmente diferente, aunque también relacionado con la Royal Air Force.
La Duquesa de Cambridge se desplazó al Distrito de los Lagos, un lugar que conoce bien porque solía ir cuando era pequeña y que ha procurado que sus hijos conozcan también para atesorar los mismos buenos recuerdos de los que ella puede presumir. Allí visitó el RAF Air Cadets' Windermere Adventure Training Centre de Cumbria, lugar en el que se le esperaba como comandante honoraria de los Cadetes de la RAF.Del deporte a los Niños Windermere
El objetivo era conocer este centro de entrenamiento y promocionar el deporte al aire libre, por lo que no dudó en practicar varias disciplinas para dejar claro que está en forma. Kate Middleton no tuvo problemas en atreverse con un poco de descenso de barrancos y montar en bicicleta para recorrer los parajes de la zona.
Tras dejar a un lado la ropa deportiva, se puso más formal para subirse a un barco y más que hablar, escuchar. La Duquesa de Cambridge viajó con dos de los llamados Niños Windermere, un grupo de 300 supervivientes del Holocausto que fueron trasladados a Inglaterra en 1945. Fueron llevados al Distrito de los Lagos para que pudieran recuperarse en plena naturaleza del horror que les habían hecho vivir.
Uno de ellos fue Arek Hersh, que habló con Kate Middleton sobre su experiencia, y cómo su estancia en el Distrito de los Lagos, donde pasaban tiempo al aire libre, practicaban deporte y recibían terapia, les ayudó a superar o al menos sobrellevar el trauma sufrido en los campos de concentración cuando eran niños.
Tanto Arek como otro superviviente, Ike, explicaron a Kate Middleton cómo la ayuda y el apoyo que recibieron les sirvió para reconstruir sus vidas e instalarse de forma permanente en Reino Unido. Sin duda, esta conversación marcará a la Duquesa de Cambridge para siempre.