Galería: Boda del Príncipe Carlos y Lady Di
El 31 de agosto de 2017 se cumplen 20 años de la muerte de la Princesa Diana de Gales, fallecida a los 36 años en un controvertido accidente de tráfico en París que dos décadas más tarde sigue siendo todo un misterio. Mientras sus hijos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry, reivindican su memoria, otros aprovechan para lanzar un libro con los peores momentos que le tocó vivir a Lady Di, que fueron muchos.
El libro de Andrew Morton es una reedición de 'Diana, su verdadera historia', ese que sacó en su momento y que sirvió como venganza de Lady Di al Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles por lo que le hicieron sufrir. La condición era que no se dijera que ella era la fuente, aunque estaba bastante claro. Ahora sale una reedición, pero incluyendo las grabaciones de la Princesa Diana, que datan de 1991.
Las cosas empezaron a ir mal antes de la boda. En el ensayo final, Lady Di se vio abajo: " Al ver cómo iba a ser la boda me eché a llorar. Colapsé por todo tipo de cosas. Camilla estaba en mi cabeza a largo de todo el compromiso. Trataba desesperadamente de ser madura, pero no me veía capacitada y no tenía a nadie con quien hablar del tema. Sin embargo, el Príncipe de Gales fue amable con ella en la víspera de su enlace, le envió un anillo a Clarence Gouse y una nota en la que decía: "Estoy tan orgulloso de ti. Estaré mañana en el altar a tu lado. Tú simplemente míralos a los ojos y déjalos muertos".
Pese a ello, el bonito mensaje no hizo bien a la aristócrata: "La noche anterior a la boda tenía una fuerte crisis de bulimia. Comí todo lo que encontré, lo cual divertía a mi hermana Jane, que estaba conmigo en Clarence House". Aquel 29 de julio de 1981, Lady Di se levantó a las 5 de la mañana, casi sin dormir, pero "calmada, como el cordero que va al matadero". Cuando se acercaba al altar de la Catedral de St. Paul del brazo de su padre miró a ver si veía a Camilla Parker, y allí estaba : "Lo recuerdo en mi memoria hasta este día, estaba completamente obsesionada con ella".
En el banquete, los novios no se hablaron, y después en la luna de miel a bordo del Britannia, las cosas no fueron mejor. El Príncipe de Gales recibió 7 libros de Laurens van der Post, dedicó el tiempo a leerlo los libros y a leerle pasajes, y también era de lo que hablaban en las comidas. La bulimia volvió a hacerse fuerte en Lady Di durante esa época: " Comía todo lo que encontraba y lo vomitaba a los tres minutos. Estaba muy cansada. Cada vez más delgada y enferma".
Para cerrar la luna de miel se fueron a Balmoral, donde Lady Di fue a peor. Su relación con los Windsor ya no era idílica, y con su marido se aburría. La aristócrata cayó en un pozo y estuvo a punto de suicidarse: "Estaba tan deprimida que traté de cortarme las muñecas con unas cuchillas". Cuando regresaron a Londres se le suministraron ansiolíticos, que le retiraron cuando se quedó embarazada del Príncipe Guillermo.
El comentario de la Reina Isabel sobre Carlos y Guillermo
El embarazo tampoco le hizo feliz, fue muy duro y encima, según Lady Di, el parto fue programado en función de la agenda de polo del Príncipe Carlos. Después de nacer Guillermo, el 21 de junio de 1982, Lady Di cuenta una curiosa anécdota protagonizada por la Reina Isabel, que al ver a la criatura dijo: "Gracias a Dios que no tiene las orejas como su padre".
"Recuerdo que estaba tan enamorada de mi marido que no podía retirar los ojos de él. Pensaba que era la chica más afortunada del mundo, que él me iba a cuidar. Me equivoqué al esperarlo", contó también Diana de Gales recordado el infierno que le tocó vivir.