"Carlos no sabía que Diana había crecido traumatizada"
Esto mismo hizo que, ya una vez casada con el Príncipe Carlos, el matrimonio fuese por los mismos derroteros por el miedo de la Princesa a formar parte, de nuevo, de una familia desestructurada con una tercera persona -Camilla Parker Bolws- de por medio. Diana Spencer parecía la mujer perfecta para ser una futura Reina: de origen aristocrático, su padre había trabajado para la Reina Isabel II y parecía sentirse cómoda en el mundo de la realeza. "Lo que Carlos no sabía es que Diana había quedado traumatizada por el divorcio de sus padres. Creció sin sentirse amada y ese terrible sentimiento arruinó su vida y fue un factor importante en la ruptura de su matrimonio", apunta Junor.
Esto mismo hizo que los Príncipes Guillermo y Harry "crecieran con poca comprensión de cómo es una familia feliz". Un hecho que hizo que, al conocer a Meghan Markle, el propio Príncipe Harry reviviese los fantasmas que tanto habían atormentado a su propia madre y que le habían hecho acabar con lo que se creía que sería una historia feliz. "Harry vio que [Meghan Markle] no tenía cimientos familiares firmes y esto lo hacía mucho más complicado de lo que parecía", y esto podría ser lo que empujó el devenir de los hechos: "Creo que hay un elemento de la historia que se repite", reconoce la mencionada periodista.
"Hay un elemento de la historia que se repite"
Pero lejos de que este hecho apartase al Príncipe Harry de Meghan Markle, esta "le sorprendió tanto" después de varias relaciones fallidas que todo fue rodado. El joven no dudó en empezar a hablar sobre el matrimonio a todo su entorno nada más comenzar la relación con la actriz, algo que preocupó enormemente a su familia. De hecho, su propio hermano, el Príncipe Guillermo creyó que se estaba precipitando: "Era una pregunta razonable y algo que un hermano protector tenía que hacer. Sus padres se habían precipitado a un desastroso matrimonio un año después de conocerse y apenas sabían nada el uno del otro realmente cuando ya estaban dándose el 'sí, quiero'", apunta.
Pese a las buenas intenciones con las que el Príncipe Guillermo decía esto, su hermano pequeño no se lo tomó nada bien y creyó que lo hacía por el simple hecho del origen de su por aquel entonces novia: una actriz de Hollywood que ya se había casado, un personaje reconocido de la prensa rosa e hija de un matrimonio problemático. Este primer enfado se hizo todavía mayor cuando el Duque de Cambridge habló con su tío, Earl Spencer, para que interviniese en esta historia y le hiciese ver al Príncipe Harry que su decisión era precipitada, igual que lo había sido la de la ya fallecida Lady Di, tal y como apunta el libro 'Battle of Brothers'.
El Príncipe Harry no se tomo mal las palabras de su tío, ya que entendía la preocupación que tenía por él; pero en cambio si estaba mucho más furioso con su propio hermano por entrometer al resto de la familia en una discusión que -a su parecer- debería de ser algo entre ellos dos. "El distanciamiento fraternal se estableció", apunta la biografía: "Había acercamiento y reconciliación especialmente cuando se les requería una demostración pública de unidad familiar". Una fachada que ocultaba las verdaderas trastiendas de una relación rota.
Antes, durante y después del enlace real entre el Príncipe Harry y Meghan Markle las cosas no se pusieron fáciles y la exactriz fue colocada en el centro de todas las críticas. Una situación que hizo que esta no se sintiese cómoda en ningún momento como miembro de la Casa Real. Ante esta situación, el Duque de Sussex entendió que tenía que proteger a su mujer, su hijo y la felicidad de ambos. Markle, al igual que Lady Di, venía de un hogar roto y su único apoyo, su madre Doria, se encontraba a miles de kilómetros y la nueva Duquesa estaba completamente sola ante el peligro. A diferencia de Kate Middleton, esta no tenía una familia funcional que la apoyase.
Por este mismo motivo, fue entonces cuando el Príncipe Harry tomó la decisión de alejarse de la Corona británica, abandonar sus obligaciones reales e instalarse a miles de kilómetros de su propia familia en Estados Unidos, pero cerca del único apoyo que podía tener su esposa, su propia madre. El Duque de Sussex tomó la decisión "sin discutirlo con nadie", solo le preocupaba la felicidad de su mujer y que esta no se convirtiese en la Lady Di del siglo XXI.