Desde que saltase el escándalo del desplante de la Reina Letizia a su suegra, la Reina Emérita Sofía a la salida de la misa más famosa de todos los tiempos, mucho se ha hablado de la repercusión que esto podría tener para los miembros de una Casa Real que había conseguido sortear varios baches, con un perfil algo bajo en los últimos tiempos. Una situación motivada por los escándalos del Rey Juan Carlos y su precipitada salida del puesto de Jefe del Estado.
Casi todos los expertos en realeza que han visto las imágenes aseguran que a Letizia no le hace ninguna gracia que Sofía pose con sus nietas por separado, algo que podría estar relacionado con que la Reina Sofía se haya posicionado siempre al lado de su hija, la Infanta Cristina y de sus nietos, en los momentos en los que tanto la justicia como la sociedad les señalaba muy duramente.
Las Infantas Cristina y Elena en el funeral de Alicia de Borbón-ParmaPrecisamente por eso, la versión de las Infantas y lo que ellas realmente piensan de todo lo que ha sucedido con su madre y su cuñada era algo que todavía nos quedaba por escuchar. Y ha sido Pilar Eyre en el programa 'Viva la vida', donde colabora, la que ha querido hacer mención a las hermanas del Rey, asegurando que están ya un poco cansadas de todo lo que está sucediendo con su madre: "Sobre todo con este último teartillo porque piensan que ha tenido que volver a salir Sofía a salvar la monarquía como suele hacer siempre", aseguraba la colaborada.
La primera imagen juntas
Eyre, sin duda, hacía mención a las primeras imágenes en las que hemos podido ver de nuevo juntas a las dos Reinas. No pasaba ni una semana desde aquel desafortunado gesto por culpa de unas fotos, que Casa Real ha querido devolver la normalidad cuanto antes a los actos de los Reyes. Por eso, el sábado 7 de abril, el rey Felipe junto a Sofía y a Letizia acudían al hospital donde se encuentra ingresado el Rey Juan Carlos debido a una intervención para cambiarle la prótesis que lleva en su rodilla desde el año 2011. Una situación que le ha venido a los Reyes como caída del cielo para mostrar la cercanía de siempre entre la Reina y su suegra.
