Galería: Funeral de la Infanta Pilar
Desde que Felipe II finalizó la construcción del Monasterio de El Escorial, que incluyó un panteón para enterrarse a él mismo y a los miembros de la Familia Real, los Habsburgo primero y los Borbón después han sido sepultados en este Real Sitio. Los Reyes titulares y los consortes cuyos hijos reinaron tenían derecho a descansar para la eternidad en el Panteón de Reyes, mientras que los Infantes e Infantas ocupaban otro Panteón.
Si ya hubo excepciones con los Condes de Barcelona y con la Reina Victoria Eugenia, que pese a no cumplir con los requisitos, el Rey Juan Carlos quiso honrarles con una sepultura en el Panteón de Reyes, también la hay con Doña Pilar. Alteza Real e Infanta de España por nacimiento, y legalmente por obra y gracia del Rey Juan Carlos, podría haber elegido descansar con sus antepasados que llevaron la misma dignidad que ella, pero ha preferido hacerlo con el hombre al que amó: Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada.
El II Vizconde de la Torre falleció en 1991 a los 56 años debido a un cáncer linfático que arrastraba desde hacía 7 años. Fue enterrado en el panteón familiar ubicado en el cementerio madrileño de San Isidro. Casi 30 años más tarde moría la Infanta Pilar, su gran amor y la madre de sus cinco hijos. El 8 de enero de 2020, la hermana del Rey Juan Carlos falleció a los 83 años a consecuencia de una bronquitis derivada de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que sufría, más las complicaciones del cáncer de colon que le fue diagnosticado en 2019.
El cuerpo sin vida de la hija mayor de Don Juan, el hombre que nunca reinó, fue trasladado desde el Hospital Ruber Internacional de Madrid hasta la casa de Puerta de Hierro en la que vivía la Duquesa de Badajoz. Allí se celebró una capilla ardiente celebrada en la intimidad y a la que asistieron familiares y amigos. Al día siguiente tuvo lugar un funeral privado al que acudieron igualmente parientes y amistades de la Infanta Pilar.
Sí habrá misa funeral en El Escorial
Los Gómez-Acebo informaron de que el entierro se celebrará en la más estricta intimidad. Los restos de la Infanta Pilar han sido incinerados y recibirán sepultura junto a los de su marido. Lo que sí habrá es un funeral en su memoria en el Monasterio de El Escorial, tal y como es tradición cuando muere alguien de la posición que tenía la Infanta Pilar. Ese será el momento en el que reciba los honores que le corresponden.
Así, la Infanta Pilar rompe una tradición con la que no quiso seguir la Infanta Alicia. En su caso era Infanta por matrimonio al haberse casado con el Infante Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, hijo de la Infanta María María de las Mercedes, hermana de Alfonso XIII. Alicia de Borbón-Parma fue incinerada y siguiendo su deseo sus cenizas fueron depositadas en Austria con su familia. En el caso de su hijo, el Infante Carlos, primo y amigo de Juan Carlos I, sus restos están en El Escorial porque así lo quiso el que fuera Rey de España.