Desde que Felipe VI es Rey de España, su hermana mayor ha visto muy reducida su agenda de actos oficiales y en más de una ocasión se ha sentido excluida de la Familia Real pese a la sangre azul que corre por sus venas. Eso sí, cada vez que hace acto de presencia acapara toda la atención y nunca defrauda.
El último de sus actos había sido en junio de 2018, cuando acudió a la entrega de premios 'Todos somos Estudiantes'. Sólo un mes antes había vuelto a retomar su agenda tras meses de ausencia y este 13 de noviembre cumple con su tercer acto del año. Un acto con un significado muy especial para la Infanta Elena como apasionada de la hípica que es.
Tras más de ocho años de ausencia en este evento, la primogénita del Rey Juan Carlos ha inaugurado la 28ª edición del Salón Internacional del Caballo (SICAB) en Sevilla. Una de las ferias hípicas más importantes de España y también del mundo, en la que se dan cita los mejores caballos de Pura Raza Española. En esta edición en concreto participan 1.077 y 343 ganaderías.
Pudo dar rienda suelta a su pasión
Tal y como asegura el diario ABC, la Infanta acudió al Palacio de Congresos de Sevilla antes de lo previsto y aprovechó para darse una vuelta por las diferentes carpas de la feria, interesándose especialmente en las yeguas. Es más, según dicho medio Doña Elena se encontraba tan a gusto que empezó su 'jornada laboral' bebiendo agua y acabó con vino tinto.