Sevilla es una ciudad muy especial para la Infanta Elena. La Duquesa de Lugo ama la capital de Andalucía, quizás por influencia de su abuela, la Condesa de Barcelona, que vivió allí unos años en su juventud y se enamoró perdidamente de la ciudad de La Giralda. Además, allí quiso casarse con Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995, simbolizando así el amor que siente por la capital hispalense.
Quizás por eso y por la llegada de la Semana Santa, la hermana del Rey de España cogió el AVE y se presentó en la estación de Santa Justa de Sevilla acompañada por su hija, Victoria Federica de Marichalar. Todo apunta a que van a pasar allí unos días en los que quizás aprovechen para disfrutar de la Semana Santa de la capital andaluza, una de las más bellas de España.
La bolsa royal de Victoria Federica
Lo que quizás no esperaban es que los fotógrafos las esperasen a la salida de la estación ferroviaria, lo que provocó que a las dos royals se les cambiara la cara. La Infanta Elena se mantuvo más impertérrita al descubrir a los paparazzi, mientras que su hija se lo tomó un poco peor, y ante la proximidad de las cámaras, optó por cubrirse la cara con las manos.
Llamó la atención el sombrero de la Infanta Elena, un complemento que suele llevar públicamente en numerosos actos públicos a los que acude, siempre que no sean excesivamente protocolarios. Más resaltó la bolsa rosa que llevaba Victoria de Marichalar, que pertenece a la firma Sophia Habsburg de la Archiduquesa Sofía de Austria, bien relacionada con gran parte de las Casas Reales de Europa.