Desde que llegó a España en 1981, el divorcio ha sido utilizado por un ingente número de parejas que quisieron dar por terminada su unión. 30 años después no es extraño que las disoluciones matrimoniales hayan afectado a una de las instituciones más tradicionales de nuestro país, la monarquía.
Las tres separaciones de los hijos de la Infanta Pilar
No es la única ruptura de la familia Gómez-Acebo y Borbón, puesto que la Duquesa de Badajoz ha visto en los últimos años como se rompían los matrimonios de su primogénita, Simoneta, y del cuarto hijo de Doña Pilar, Beltrán. Así, de los cinco hermanos Gómez-Acebo solo permanece felizmente casado, el tercero, Bruno Alejandro, que contrajo matrimonio en 2002 con Bárbara Cano de la Plaza y tienen tres hijos, Alejandro Juan, nacido en 2004, Guillermo que vino al mundo en 2005 y el benjamín, Álvaro, nacido en 2011. Por su parte, Simoneta, Beltrán y Fernando están separados, mientras que Juan Filiberto, Vizconde de la Torre, permanece soltero.
Doña Simoneta Gómez-Acebo, Grande de España, se casó con José Miguel Fernández Sastrón el 12 de septiembre de 1990 en la Catedral de Palma de Mallorca en una fastuosa boda. De su unión nacieron Luis (1991), Pablo (1995) y María (2000), sin embargo tras 19 años de vida en común ambos tomaron la decisión de separarse, siendo la segunda ruptura que afectaba a un nieto de Don Juan de Borbón, padre del Rey.
El divorcio de la Infanta Elena y Don Jaime de Marichalar
Sin embargo, el divorcio que más cola ha traído dentro de la Casa Real, y es que este sí que afectaba a la Familia Real, puesto que los hijos de Doña Pilar pertenecen solo a la Familia del Rey, fue el de la Infanta Elena y Don Jaime de Marichalar.
La hija mayor de los Reyes de España contrajo matrimonio en la Catedral de Sevilla el 18 de marzo de 1995 con Don Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, un aristócrata castellano hijo de los Condes de Ripalda que se convirtió en Duque de Lugo por gracia de Su Majestad, con quien tuvo dos hijos, Felipe Juan Froilán (1998) y Victoria Federica (2000).
Tras la felicidad que les dio la paternidad, la pareja tuvo que hacer frente al momento más duro de sus vidas, cuando el Duque de Lugo sufrió una isquemia cerebral el 22 de diciembre de 2001 que le dejó importantes secuelas que ha ido superando poco a poco. Se dice que a partir de aquí las cosas empezaron a no marchar bien en su matrimonio.
Finalmente, el 13 de noviembre de 2007 la Casa Real anunció el cese temporal de la convivencia matrimonial de los Duques de Lugo, por lo que Doña Elena y Don Jaime rompían su matrimonio 12 años después de su enlace.
Los cuatro divorcios de la Familia Real Española
Pese a que el divorcio de la Infanta causó mucho revuelo no era el primero que se produjo en la Familia Real Española, aunque sí el primero en ser legal en nuestro país. El primogénito de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, el Príncipe Alfonso, renunció al trono para casarse con Edelmira Sampedro y Robato en 1933, divorciándose cuatro años más tarde. En 1937, Don Alfonso contrajo matrimonio con Marta Esther Rocafort y Altuzarra, de la que se divorció en 1938, el mismo año de su muerte.
Asimismo, el segundo hijo de Alfonso y Victoria Eugenia, el Infante Jaime, se divorció de la aristócrata Emmanuella de Dampierre y Ruspoli en 1947 tras 12 años de matrimonio y dos hijos en común, Alfonso, primer marido de Carmen Martínez-Bordiú y padre de Luis Alfonso de Borbón, y Gonzalo de Borbón.