La Duquesa de Lugo acudió a los toros en Palma de Mallorca con sus dos hijos. La Ley no permite que los menores entren, por lo que la empresa que gestiona la plaza podría ser multada.
La Infanta Elena es muy taurina. Ha herederado la pasión por la tauromaquia de su padre, el Rey Juan Carlos, y de su abuela, la Condesa de Barcelona. Además ha transmitido esta querencia a sus dos hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, a los que lleva a los toros siempre que puede.
Durante sus vacaciones en Mallorca, Doña Elena aprovechó para ir a la corrida de toros celebrada el pasado 4 de agosto en la Plaza de Toros de Palma, que contó con un cartel de primera compuesto por Enrique Ponce, Talavante y José Mari Manzanares.Junto a ella estuvieron sus hijos, y ahí empieza el problema. Froilán puede ir donde quiera, ya que desde el pasado 17 de julio es mayor de edad, sin embargo, Victoria Federica tiene 15 años y no debería haber estado allí presente.
Una multa que no pagaría la Infanta Elena
Debido a su corta edad, la empresa que gestiona el coso palmesano podría enfrentarse a una multa de 10.000 euros, ya que desde septiembre de 1992 la entrada de menores a las corridas de toros está prohibido en el territorio balear. La Infanta Elena se habría saltado la Ley, y la responsable sería la empresa.
Las asociaciones antitaurinas se han echado encima de la Duquesa de Lugo y han denunciado esta actitud en una isla en la que la denominada Festa Nacional no está ya tan bien vista; de hecho, en otoño de este año el Parlament Balear votará una ley de bienestar animal, que de aprobarse llevaría a la abolición de las corridas de toros en las islas.