La hija mayor del Emérito ha demostrado una vez más que estará a su lado en cada cosa que se le presente en la vida.
La Infanta Elena ha demostrado una vez más que es 'la fiel escudera' de su padre. El Rey Juan carlos ha dejado Abu Dabi, donde lleva años instalado, para viajar a Reino Unido, en concreto hasta la isla de Wight, donde participará en el Campeonado del mundo de barcos de 6 metros, un encuentro que tiene lugar en la costa británica y que se celebrará entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre.
Más allá de hacer este viaje con su buen amigo Pedro Campos, que es el Presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, también lo ha hecho al lado de su hija mayor la Infanta Elena. Ella lleva años demostrando, pese a los escándalos y los distanciamientos familiares, que es un apoyo imprescindible para él, apoyándole en todos los pasos que da. Lo cierto es que al Emérito este campeonato le hace mucha ilusión porque es uno de los participantes y desea alzarse con la victoria junto al resto de su equipo a los 85 años. Todo un reto que su hija está dispuesta a celebrar. Fue en agosto de 2023 cuando el Rey Juan Carlos y el resto de la tripulación del Bribón se alzaron con la Copa en Sanxenxo, y una vez más ahí estivo su hija, que además se animó y participó en las regatas, pero ella al bordo del velero Alibabá II, con Miguel Lago como capitán, que consiguió quedar en segunda posición.
Más allá de esto y viendo que comparte afición con su padre, no se sabe si su hija ha ido como acompañante o como participante también. La Infanta Elena, de paso, ha aprovechado para hacer turismo en la isla, donde ha sido vista dando un paseo al lado de una amiga, resguardándose de la lluvia bajo un paraguas, un chubasquero y una gorra, algo que han hecho saber desde el programa 'Y ahora Sonsoles'. Juntos en diferentes países
Por otro lado, en muy pocos días ha tenido dos encuentros con su padre en dos puntos muy diferentes del globo terráqueo, puesto que poco antes había viajado junto a su hermana la Infanta Cristina y dos de los cuatro hijos de esta, Miguel e Irene, a Abu Dabi, donde la familia se reencontró aunque por un breve periodo de tiempo, ya que tenía pendiente este viaje por ocio y pasión por la navegación.