La Duquesa de Lugo se ha ganado una reputación como trabajadora lejos de La Zarzuela, y además sin dar escándalos.
Con la subida al Trono de Felipe VI el 19 de junio de 2014, la Infanta Elena fue la verdadera perjudicada. Para la Reina Sofía fue una alegría ver a su hijo como Rey de España, y además ha podido seguir dedicándose a la Fundación Reina Sofía y a algunos actos oficiales, aunque echa de menos los viajes de cooperación que ahora están en poder de la Reina Letizia. El Rey Juan Carlos perdió mucho, pero también ganó calidad de vida, y la Infanta Cristina estaba apartada, así que no notó mucho la diferencia.
Sin embargo, la Infanta Elena dejó de ser Familia Real para pasar a ser Familia del Rey, con todo lo que implica la pérdida de su estatus. Su agenda se cerró para siempre, aunque en estos años ha acudido a algunos actos cuando la Corona se lo ha pedido, y sabe que jamás volverá a cobrar ni un euro del presupuesto de la Casa de SM el Rey, porque si va a algún acto de forma concreta, tiene que ser de forma altruista.Trabaja duro
Así, la Duquesa de Lugo ha tenido que reinventarse, y ha sabido hacerlo sobre todo gracias a que ya tenía un trabajo como directora de proyectos de la Fundación Mapfre, un empleo perfecto de Infanta de España con el que está encantada, y no es para menos.
Como señala Pilar Eyre, cobra unos 170.000 euros, se supone que brutos, al año y en 14 pagas, aunque eso no lo aclara. Lo que sí dice es que va a su despacho de 08:00 a 14:00 horas, por lo que tiene un horario magnífico que compensa con viajes por toda España, por Europa y por América Latina. La Duquesa de Lugo mantiene reuniones en tres idiomas, maneja un equipo de cuatro personas, y según una persona de la fundación, trabaja muy duro.
La Infanta Elena tiene sus cosas, pero no da escándalos. Su hijo mayor, sí, pero al menos Victoria Federica ha salido más tranquila, formal y responsable y difícilmente dará titulares como los que ha dado Felipe de Marichalar, que ya desde pequeño hizo gala de su fuerte carácter, su temperamento y su gracia.