Aunque la Infanta Cristina manifestó en público que siempre está encantada de volver a España, lo cierto es que el país que le vio nacer, y donde tiene los mejores recuerdos, también guarda los peores de su vida. Con el juicio por el Caso Nóos ya olvidado para ella, lo peor es haber perdido el cariño y el respeto de sus compatriotas y sobre todo tener que ver a Iñaki Urdangarin entre barrotes.
Volver a España no es fácil, pero sabe que tiene que hacerlo, primero para acompañar a su marido y después, cuestiones profesionales aparte, para visitar a la familia con la que sigue manteniendo relación. Por ello no es extraño que haya aprovechado las vacaciones de Semana Santa para viajar a España.
Como señala la revista ¡Hola!, Cristina de Borbón aterrizó en el país del que es Infanta acompañada de dos de sus hijos, Juan e Irene Urdangarin. Curiosamente no ha estado Miguel, el tercero de sus vástagos, que reside junto a ella e Irene Urdangarin, la benjamina, en Ginebra.
Juan Urdangarin se marchó hace meses de Suiza para estudiar en Reino Unido. El segundo nieto del Rey Juan Carlos quiso tomarse un año sabático para hacer voluntariado en Camboya y también pasar tiempo con su padre en Ginebra, ya que sabía que era probable que Urdangarin ingresara en prisión, como ocurrió el 18 de junio de 2018.
Aunque se desconocen los planes de Cristina de Borbón, todo apunta a que se desplazará al centro penitenciario de Brieva (Ávila) para visitar a Iñaki Urdangarin, que camina rumbo a su primer año de internamiento y agradecerá estar acompañado de las personas a las que más quiere para hacer más llevadera la condena.
Sería poco probable que la Infanta Cristina y sus hijos pasaran por Mallorca, al menos si desean discreción. La hija de Juan Carlos I no guarda buenos recuerdos de la isla en la que fue juzgada, y aunque tiene residencia en Marivent y podría pasar unos días allí con la Reina Sofía e Irene de Grecia, ya que los Reyes Felipe y Letizia solo irán a Palma para la Misa de Pascua y por tanto no se encontrarían con ella, sería complicado que su presencia no trascendiera. Quizás opte por reunirse con la Infanta Elena, su hermana y gran apoyo en estos años complicados, o se marche a La Toledana, la finca de Ciudad Real de sus queridos primos de Borbón-Dos Sicilias, que siempre está abierta para ella.