La casa de Pedralbes de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín ya tiene nuevo dueño. La pareja se ha desprendido de uno de los orígenes de todos sus males con una transacción con la que se llevarán 6,9 millones de euros.
Los exduques de Palma viajaron a la ciudad condal para hacer efectiva la venta y según LOC han firnado un contrato de compraventa privado y confidencial. Las condiciones son las mismas que se habían hablado en un contrato de arras suscrito meses atrás, cuando se iniciaron las conversaciones entre el comprador y los Urdangarín de Borbón.
La persona que ha adquirido la propiedad es un ciudadano europeo que pretende preservar su intimidad y que desea vivir tranquilamente en el mal llamado palacete, por lo que no ha sido él quien ha firmado la compra-venta, sino que se ha hecho a través de un abogado que a su vez traspasará la vivienda a este caballero.
Este dinero no irá íntegro para los exduques, ya que tienen cuentas pendientes que saldar. Una parte tiene que ir al juzgado de Palma de Mallorca que lleva la instrucción del Caso Nóos por la fianza que pesa sobre Iñaki Urdangarín, así como la de la Infanta Cristina.
Un cumpleaños por todo lo alto
Pese a sus problemas económicos debido a la alta fianza que arrastran tanto ella como su marido, y al disgusto por la retirada del título de Duquesa de Palma, lo cierto es que la Infanta Cristina no se ha venido abajo y ha tirado la casa por la ventana para celebrar su 50 cumpleaños.
Según 'El Programa de AR', Cristina de Borbón salió a cenar con su marido, sus hijos, la Reina Sofía, la Infanta Elena, sus primas y amigas Cristina y Victoria de Borbón-Dos Sicilias y Rosario Nadal, entre otros amigos y familiares. El local elegido para soplar las velas fue un lujoso enclave situado en uno de los barrios más exclusivos de Ginebra. Así, el presupuesto de la exduquesa de Palma para su onomástica habría sido de unos 6.000 euros.