El Rey Juan Carlos pidió a su hija mediana que se divorciara cuando estalló todo para poder salvarla del cordón sanitario impuesto desde Casa Real, pero ella se negó. Estaba enamorada de su marido y lo seguía estando aunque la hubiera engañado con otra mujer, e incluso con sus negocios, teniendo en cuenta que ella declaró ante el juez no saber nada de lo que se cocía en Nóos y en Aizoon.
Donde hubo amor, queda compasión
Cristina de Borbón se habría puesto en contacto con un abogado experto en divorcios para iniciar los trámites, un trago para el que cuenta con el apoyo de la Familia Real, o al menos del Rey Juan Carlos, que aunque quiere y aprecia a su yerno, prefiere a su hija libre de las cargas que le va a acarrear pasar el resto de su vida con Urdangarin.
Es quizás por eso que la Infanta Cristina esté siendo por fin rehabilitada públicamente. Si fue curioso verla en el musical 'El médico' en Madrid con sus hijos pequeños, la Infanta Elena y Victoria Federica, fue más representativo que haya posado con la Familia Real, sus hijos, la Duquesa de Lugo y sus vástagos con motivo del 80 cumpleaños de la Reina Sofía.
El hecho de dejarse ver en España y de haber sido no solo invitada al cumpleaños de Doña Sofía, sino a poder aparecer en un posado oficial con los Reyes tras 7 años de distanciamiento podría responder a esta intención de divorciarse y dejar atrás para siempre a Iñaki Urdangarin.
Quizás ahora, tras apoyarle fuera en el calvario vivido, y viendo que está cumpliendo condena y que el amor ha dejado paso a la compasión, haya tomado la determinación de realizar el gesto necesario para esa rehabilitación pública que tanto deseaba. El amor ha ido antes, pero no olvida que nació, es y morirá siendo una Infanta de España.
Sin embargo, Miquel Roca, abogado de la Infanta Cristina, ha desmentido en declaraciones a Semana que la hija de Juan Carlos I tenga la intención de divorciarse. ¿Quién miente y quién dice la verdad?