La Infanta Cristina y sus cuatro hijos han comenzado una nueva vida en Ginebra, lugar en el que la Duquesa de Palma ha aceptado una jugosa oferta de trabajo que la he permitido escapar de la presión mediática que vivía en Barcelona.
Los Duques de Palma quieren sacar 9,8 millones de euros de la propiedad, y por eso han encargado a Barcelona Rent, un portal inmobiliario volcado en la clientela rusa, la venta de la casa que tantos quebraderos de cabeza les ha dado.
La vivienda se vende como "una villa de lujo en la zona más exclusiva de Barcelona", situada en una zona tranquila y privilegiada, y con vistas panorámicas de la ciudad condal. Ahora, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín esperan la llegada de un comprador.