La crisis que está viviendo la Familia Real Española desde que Iñaki Urdangarín se viese envuelto en una trama judicial que también salpicó a su esposa, la infanta Cristina, también ha hecho que el estatus y vida de los Duques de Palma se haya visto afectada, llegando incluso a cambiar Barcelona por Ginebra. Son conocidos los nuevos hábitos de la Infanta y su marido, incluso llegando a viajar en vuelos de 'low-cost'.
Lejos ha quedado las comodidades totales de las que gozaban, además del beneplácito de la Familia Real. En esta ocasión, vuelven a ajustarse el cinturón, tal y como ha recogido ABC, la familia Urdangarín ha tenido que prescindir de una asistenta interna, y cambiarla por una empleada por horas, además de que los miembros de la familia se responsabilicen de algunas labores del hogar.
La vida en la ciudad suiza, por lo que han declarado personas cercanas al hogar de los Duques, es bastante tranquila. La Infanta Cristina sigue trabajando como directora del área internacional de la fundación bancaria la Caixa, mientras que Iñaki Urdargarín se dedica más a otras actividades como dedicarse a la casa, pasear a su perro, hacer footing y al cuidado de sus hijos. Eso sí, la vida tranquila del Duque de Palma se ve opacada por sus responsabilidades civiles ante la justicia española.
Varios vecinos han declarado que los Urdangarín no suelen hablar con nadie y mantiene mucha distancia con el resto de ciudadanos, únicamente los hijos del matrimonio son los que hacen vida social con sus vecinos y con otros jóvenes de su edad. Además han declarado que la pareja va a hacer las compras a un supermercado como cualquier matrimonio, y que suben el dúplex que tienen a pie.
El exilio de los Urdangarín
Además de la nueva vida que están llevando los Duques de Palma, sus hijos son los mayores afectados, y eso es algo que se ha podido ver en la Comunión de Irene Urdangarín, la pequeña de la familia, que tuvo que celebrar el evento en la ciudad suiza, a la que faltaron muchos de los miembros de la Familia Real, entre ellos los actuales Reyes de España. La que no faltó a la cita fue la reina Sofía, a la cual se le criticó por la foto en la que está acompañada de su hija y su yerno.
También se ha sabido que las visitas a la actual residencia de los Duques es casi nula, únicamente se ha visto gran cantidad de personas cuando se celebró la Primera Comunión de la pequeña de los Urdangarín. Una vecina declaró: "A veces su perro se me acerca porque me ha oído hablar español y sus dueños, aunque saben que soy española, no pronuncian ni una palabra ". Parece que el exilio de los Duques no se limita solo al cambio geográfico, sino también al plano social.