Aunque en un primer momento se comentó que la Infanta Cristina podría acudir a Marivent a pasar unas vacaciones con sus hijos, finalmente no pisó Mallorca ni ella, ni tampoco sus hijos. La entrada en prisión de Iñaki Urdangarin ha sido la gota que ha colmado el vaso para la hija del Rey Juan Carlos, que no quiere exponer a sus hijos ante la prensa con todo lo que están pasando.
Tampoco tenía pensado quedarse en Ginebra, así que aceptó la invitación de su cuñada y se fue a Estados Unidos con tres de sus hijos, Juan, Miguel e Irene Urdangarin. Faltó Pablo, que no les ha podido acompañar en estos días de asueto que han pasado en el país en el que residieron entre 2009 y 2012.
Su estancia ya ha terminado. Como señala El Mundo, este lunes 6 de agosto aterrizaron en Madrid. Cristina de Borbón y tres de sus vástagos abandonaron el avión y entraron en una furgoneta que les recogió a pie de pista.
Desde allí han puesto rumbo a un destino desconocido que es probable que no tarde en conocerse. Es poco probable que acudan a Marivent, aunque quizás una vez se hayan marchado los Reyes, decidan acercarse a Mallorca para pasar unos días con la Reina Sofía, aunque seguramente recluidos en los terrenos de la residencia de verano de la Familia Real, para así pasar desapercibidos.
Vacaciones con los Urdangarin
Más probable es que viajen a Bidart, donde cada verano parte del clan Urdangarin pasa sus vacaciones estivales. Claire Liebaert acude año tras año a este enclave del País Vasco Francés, y desde que los Urdangarin de Borbón dejaron de ser bien acogidos en Mallorca, se han desplazado con la familia del exjugador de balonmano. Quizás opten también por Baqueira Beret, donde todos los Borbón y Grecia tienen una residencia que apenas se usa. Las opciones son varias.
Por el momento han pasado casi dos semanas recorriendo los Grandes Lagos del norte de Estados Unidos. Cristina de Borbón y sus hijos viajaron a Minnesota, y desde allí realizaron un viaje que les llevó a Chicago y donde ejerció de guía Cristina Urdangarin, una de las hermanas de Iñaki. Una vez más, los Urdangarin hacen piña para apoyarles en sus momentos más complicados.