"Estoy a punto de solucionar un problema que me preocupaba bastante". Son palabras del Rey Juan Carlos a un confidente según asegura el diario El Mundo. El "problema" no es otro que la relación de su hija, la Infanta Cristina, con Iñaki Urdangarín, imputado por corrupción.
Desde que saltó el escándalo la pareja se trasladó con sus hijos a vivir a Washington y Cristina no se despegó de su marido, distanciándose por tanto de la Casa Real. Ahora, al parecer, la Infanta estaría considerando el divorcio de Urdangarín tal y como le vendría pidiendo el Rey desde hace meses. Aunque, eso sí, la separación no sería inminente.
"Ella ya no está tan ciega de amor y lo está pasando fatal, sobre todo estando allí en Washington, sin sus amigos de siempre. Tiene un bajón considerable", asegura una fuente cercana a la pareja al diario.
La soledad de la Infanta Cristina
La Infanta Cristina dejó España porque estaba enamorada de Urdangarín "pensando que sería una estancia corta" pero el Caso Urdangarín se complica día a día y no tiene fecha de retorno. Aunque la Infanta continúa sin ser imputada, no puede regresar a España. A Cristina le gustaría volver ya a Madrid, donde tiene amistades, o en su defecto a Barcelona, pero no es tan sencillo.
La Familia Real ni siquiera ha tolerado que la hija de los Reyes pase el verano en Mallorca. "La Reina le dijo que mandara a los niños a Marivent, pero ella le respondió que o venían todos o ninguno. A los niños los ha mandado este mes a un campamento".
Cristina estaría especialmente dolida con el rechazo que ha sufrido por parte de su hermano, el Príncipe Felipe, sobre todo si tenemos en cuenta que ella fue la que intercedió en la familia para que cuajara el romance con Letizia Ortiz. "El Rey y el príncipe le han rogado en multitud de ocasiones que se separe de Iñaki porque era lo mejor para ella y la institución".