El juez José Castro es el que le ha dado las claves de todo este asunto, siendo él quien sentó a la Infanta en el banquillo. Trabajar en dicho caso fue muy duro para él, y por fin ha revelado que sufrió amenazas y presiones durante la instrucción para que no procesara a la hija del Rey Juan Carlos.
Su palabras, ahora que el proceso ha terminado han sido imprescindibles para descubrir más detalles de este caso del que ha salido victorioso Urdangarin y del que la Infanta Cristina, al fin y al cabo, también. Tras terminar el juicio la sonrisa se dibujó en la cara como era de esperar.
En el punto de mira
Ahora, esa gran sonrisa, aunque tímida que se posó en su rostro, podría desaparecer, más que nada porque parece que seguirán dando de qué hablar durante muchísimo tiempo. Pilar Urbano, de nuevo hace una crítica igual que con el famoso 23-F, destapando aspectos realmente desconocidos.