El exjugador de balonmano prefiere desplazarse a un lugar en el que pueda pasar más desapercibido cuando reciba un permiso penitenciario.
Desde que Iñaki Urdangarin comenzó a disfrutar de permisos penitenciarios en Navidad de 2019, el exjugador de balonmano se ha trasladado a Vitoria. Tenía todo el sentido que se trasladase a la capital vasca al ser la ciudad en la que reside su madre, Claire Liebaert, en cuya casa podía alojarse. Hasta allí se desplazaban la Infanta Cristina y sus hijos, teniendo en la vivienda familiar toda la intimidad posible.
Sin embargo, la prensa esperaba a la entrada y a la salida y no era fácil abandonar el domicilio sin ser vistos. Aunque a Urdangarin le encantaba estar en casa de su madre con su familia, no quería salir de una celda para encerrarse en una casa. La alternativa era ir y venir y que se supieran todos sus movimientos. Cansado tanto él como su familia de la presión mediática cada vez que recibe un permiso penitenciario y se va a la capital de Euskadi, los Urdangarin han optado por otro destino. Como señala Vanitatis, el adiós a Vitoria coincide con el recibimiento a Mataró, localidad del Maresme cercana a Barcelona que en principio no tiene mucho que ver con los Urdangarin de Borbón.
La improvisación de los Urdangarin
El entorno de la pareja ha revelado que están pensando en quedarse allí para los próximos permisos carcelarios. Pablo Urdangarin se ha mudado a Barcelona para continuar allí su carrera como jugador de balonmano, para la familia no queda mal viajar a Cataluña porque así podrían visitar también a Pablo, y además en la ciudad condal residen Ana Urdangarin y su familia. Además, en el Maresme tienen casa amigos de la pareja.
De todos modos, como reconoce su entorno, la familia improvisa mucho teniendo en cuenta las circunstancias y buscan opciones para pasar desapercibidos. El tiempo dirá si finalmente los Urdangarin viajan a Mataró o si se trata de una estrategia de distracción para precisamente librarse de la presión mediática.