Fue toda una sorpresa conocer que Iñaki Urdangarin abandonaba el CIS de Alcalá de Henares y su trabajo en Hogar Don Orione para instalarse en Vitoria. Había solicitado trasladarse a la cárcel alavesa de Zaballa alegando arraigo familiar, lo cual es totalmente cierto.
En Vitoria no solo residen algunos de sus hermanos, sino también su madre, Claire Liebaert, nacida en 1935, que ya es mayor, ha sufrido mucho por la situación de su hijo y está encantada de tenerle cerca. De hecho, debido al tercer grado que se concedió al exjugador de balonmano, solo tiene que ir al centro penitenciario a dormir de lunes a jueves, pudiendo quedarse el resto del tiempo en casa de su madre.
Eso sí, la condición es que tenga un trabajo, y por supuesto eso lo ha cumplido. Aunque con pena por lo mucho que debe a Hogar Don Orione, aceptó un puesto como consultor en el bufete de abogados Imaz&Asociados, ubicado en una céntrica calle de la capital vasca. Allí se le esperaba el lunes 1 de marzo de 2021, pero no ha sido hasta el día 4 cuando se ha presentado.
¿Quiere decir esto que el jueves 4 de marzo de 2021 era su primer día? No. Como tantos otros trabajadores, Iñaki Urdangarin puede acogerse al teletrabajo, y así lo ha hecho antes de dejarse ver por primera vez en el bufete, un momento que esperaba con una mezcla de ilusión y de temor.
Ilusión por empezar en un nuevo trabajo, algo que pensó que sería inimaginable cuando dejó Telefónica debido a que el Caso Nóos hizo insostenible su continuidad. Ilusión también por conocer a sus jefes y compañeros, pero nervios no por los clásicos del primer día, o del primer día presencial, sino por tener que enfrentarse a la prensa, que por supuesto estaba esperando que se dejase caer por allí.
El marido de la Infanta Cristina sabía que era inevitable, pero evidentemente no evitó el 'paseíllo'. Pasadas las 08:20 horas, con una mascarilla FFP2 y con un gorro para protegerse del frío invernal vitoriano, Iñaki Urdangarin aparecía en la calle en la que se encuentra el despacho de abogados. Empezaban así los flashes y las preguntas, que no contestó.
Cuando parecía estar a salvo, se encontró con un segundo portal que estaba cerrado, viviendo un momento incómodo al tener que regresar al primer portal, donde nuevamente recibió las preguntas de la prensa durante unos instantes. Finalmente logró abrir la segunda puerta y accedió al despacho, donde le esperaban con ganas. A la salida, ocurrió lo mismo, y durante los metros que separaban el portal del lugar en el que había dejado la bici, la prensa le hizo una serie de preguntas por las que dio las gracias sin ofrecer otra declaración.
La amabilidad de Claire Liebaert
Iñaki Urdangarin sabe que seguirá habiendo prensa de vez en cuando, como cuando acudía a Hogar Don Orione. También entiende que se haya preguntado a su madre, una siempre educada y correcta Claire Liebaert, que fue muy amable al atender las preguntas de los medios, señalando que a su hijo le estaba costando volver a la realidad y que ella estaba muy contenta de tenerle en casa porque le cuida y le hace compañía.