Antes de que estallara el 'Caso Nóos', Iñaki Urdangarín tenía un nutrido grupo de amigos, contaba con buena imagen pública y parecía que nada iba a enturbiar nunca su agradable existencia. Sin embargo, todo cambió para siempre en otoño de 2011, en el que las desgracias superaron en número a las alegrías.
El Duque de Palma solo cuenta con el apoyo de los Urdangarín, de su mujer y de miembros de su familia política como la Reina Sofía y la Infanta Elena. Entre las amistades, tan solo cuatro fieles a los que les importa su amigo, y no si tiene problemas con la Justicia.
Mientras espera que salga el juicio contra su persona, la Infanta Cristina y el resto de acusados, sigue buscando trabajo, viviendo tranquilamente en Ginebra, cuidando a sus hijos, y de paso preparando las vacaciones, ya que el dinero no parece ser un problema cuando se trata de disfrutar, aunque sí a la hora de pagar fianzas, que siguen sin ser consignadas en los juzgados de Palma de Mallorca.
Ajo y agua
Según informa LOC, el cuñado del Rey de España va a recorrer Las Dolomitas, una cadena montañosa situada en los Alpes Orientales. El Duque de Palma piensa hacerlo, aunque a punto ha estado de quedarse en tierra por decisión de algunas de las personas con las que va a disfrutar de este viaje.
Al parecer, estas personas son de Barcelona y no precisamente amigas íntimas de Urdangarín, por ello decidieron votar si querían que fuera con ellos o no. Aunque ganó el sí, hubo varias voces discordantes que no deseaban tan controvertida compañía, pero que tendrán que aguantarse y pasar las vacaciones con el marido de la Infanta Cristina.