Según adelantaba la revista Semana, Pablo Urdangarin lleva jugando en el TSV Hannover-Burgdorf desde el verano de 2018. Se trata de un equipo modesto, aunque pertenece a una de las mejores ligas de balonmano del mundo. Según el portavoz del club, pasó las pruebas de admisión y ahora juega como lateral derecho.
Pero muchos del equipo no están de acuerdo con esta teoría, puesto que hay quienes dicen -según informa El Mundo- que ha entrado 'a dedo'. A pesar de estar en prisión, Iñaki Urdangarin tiene los suficientes contactos para conseguir lo mejor para sus hijos. Antonio Carlos Ortega, entrenador del primer equipo del propio Hannover, es la persona con la que habría contactado para conseguir una plaza para su hijo. Todo parece indicar que fue el mismo entrenador el que aconsejó a Pablo Nicolás, ya que coincidió con Iñaki Urdangarin en la Selección y en el Barcelona entre 1994 y el año 2000. Por otro lado, tal es la amistad que les une -o al menos les unía- que acudió a la boda con la Infanta Cristina.
No está preparado
Además, parece que las condiciones físicas de Pablo Urdangarin no son las adecuadas, puesta que le falta músculo, y todo apunta a que no será una promesa del balonmano. Mientras tanto, para el joven está siendo todo un reto, está intentando integrarse y aprender el idioma, una dificultad añadida porque él había estudiado en Ginebra, Suiza, y no en Alemania.