Iñaki Urdangarin ya ha pasado la barrera de los 100 días en la cárcel. Un tiempo en el que ha estado completamente aislado puesto que es el único habitante de su módulo al haber decidido cumplir su condena a 5 años y 10 meses de prisión por prevaricación, tráfico de influencias, malversación, fraude a la Administración y dos delitos fiscales en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila).
Allí cumple su condena en un módulo en el que está completamente solo, relacionándose con personas únicamente cuando los funcionarios de prisión acuden a 'atenderle' como, por ejemplo, a las horas de las comidas, pero tienen "prohibido estar con él". El resto del tiempo el ex Duque de Palma se entretiene leyendo, cultivando un huerto o dando paseos por el patio.
Una situación de soledad que le está llevando al límite. Así lo ha relatado Pilar Eyre en 'Sálvame', donde ha contado que está " hundido después de tres meses en prisión. Está muy deprimido y está necesitando ayuda médica". Pero lo que le está consumiendo por dentro no es el hecho de estar privado de libertad, es "el hecho de estar solo".
Las conversaciones con su mujer, su soplo de aire fresco diario
Una soledad que va aplacando, además de con la ayuda de profesionales, gracias a los quince minutos que cada día habla con su mujer por teléfono. Además la Infanta Cristina no falta a ninguna de las visitas y acude a los vis a vis cada dos semanas.
Entradas y salidas de la cárcel de Brieva de las que no se tiene constancia gráfica puesto que, tal y como ha explicado la periodista, la hija del Rey Juan Carlos, sigue teniendo ciertos privilegios porque, lo quieran o no algunas personas, sigue siendo una royal española.
" Aunque el Rey Felipe haya cortado la relación, sigue siendo de la Familia Real. Cada vez que Cristina va a visitarlo entra a la prisión por la entrada de vehículos en lugar de por la de visitas para que no se le tomen fotografías", ha explicado. Y por el momento tendrá que seguir siendo así puesto que hasta finales de 2019 no podrá Urdangarin empezar a pedir permisos penitenciarios tras concederle el segundo grado.