El exjugador de balonmano quiere dejar atrás todo su pasado y disfrutar de una nueva vida sin acaparar un interés mediático que ni desea, ni le interesa.
Iñaki Urdangarin no era un desconocido cuando se supo su relación con la Infanta Cristina debido a su militancia en el Barça de balonmano, donde alcanzó un éxito que también conoció en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, su fama como deportista no fue nada comparado con la que adquirió como miembro de la Familia Real que fue.
Su condición de miembro de la Familia Real terminó en dos tiempos. Primero fue apartado de los actos oficiales en 2011, y ya en 2014, con la subida al trono de Felipe VI. Fue entonces miembro de la Familia del Rey hasta que en diciembre de 2023 firmó el divorcio con la Infanta Cristina. Y el 9 de abril de 2024 finalizó su condena por el Caso Nóos y se convirtió en un hombre ya del todo libre.Quiere llevar una vida normal
Quizás por eso ofreció unas declaraciones que recoge Semana en las que quiso dejar claro que está divorciado, que no tiene ninguna condena y que quiere ser una persona anónima y vivir tranquilamente.
"Estoy divorciado y ya no tengo ninguna condena. Quiero ser una persona normal, con una vida normal y disfrutar de mis hijos y de mi libertad", expresó el exjugador de balonmano en Vitoria, donde reside desde 2021.
"No quiero que me hagan fotos, ni que me pregunten. Quiero ser una persona anónima. Ya no tengo que dar explicaciones de nada. Ya no formo parte de eso. Quiero ser una persona normal y disfrutar de mi vida. Tener una vida tranquila", añadió Iñaki Urdangarin, que no lleva nada bien acaparar la atención mediática.
Al decir además que ya no forma parte de eso, parece referirse a la realeza. Disuelto su matrimonio con Cristina de Borbón siente que ya no debe generar interés y que ahora tendría que poder llevar una vida normal sin tener a la prensa pendiente de lo que hace o lo que deja de hacer.