MUY QUERIDO

Iñaki Urdangarin abandona definitivamente el Hogar Don Orione entre aplausos y abrazos

El marido de la Infanta Cristina dice adiós al centro Don Orione, que tan buenos momentos le ha dado, para comenzar una nueva vida.

Raquel Alonso Sánchez 27 Febrero 2021 en Bekia

Galería: La vida de Iñaki Urdangarin en imágenes

La vida de Iñaki Urdangarin está a punto de volver a dar un giro radical. Hace tan solo unos días se conocía la noticia de que el marido de la Infanta Cristina había pedido el traslado a la prisión de Zaballa, en Araba, Vitoria, para estar más cerca de su familia. Esta noticia sorprendía mucho teniendo en cuenta que hace escasos meses ya había cambiado su vida al trasladarse al CIS de Alcalá de Henares y estando contratado en el Hogar Don Orione.

Parecía que Iñaki Urdangarin había conseguido la tan ansiada estabilidad al serle otorgado el tercer grado, lo que le permitió arrancar una nueva vida en Madrid teniendo que acudir tan solo a dormir al citado CIS de Alcalá de Henares y teniendo los fines de semana de libertad. Esto suponía un gran avance para el exjugador de balonmano ya que, además, tenía contrato en el Hogar Don Orione, donde había sido voluntario meses antes desde septiembre de 2019.

Sin embargo, Urdangarin pidió el traslado a la cárcel de Zaballa para estar más cerca de su madre, Claire Liebaert, así como de alguno de sus hermanos, por lo que ahora comienza una nueva vida en su tierra natal, Vitoria, donde también ha encontrado trabajo en Imaz&Asociados como consultor, según ha publicado El Correo. Para ello, ha tenido que decir adiós al Hogar Don Orione, un centro que le ha dado grandes alegrías y que le permitió tener un trabajo en el que ayudar a las personas.

Entre aplausos y abrazos

Lo cierto es que a medida que han ido pasando los meses, Iñaki Urdangarin ha encajado a la perfección en el centro Don Orione, donde ha acudido a diario, primero para ejercer como voluntario y, después, contratado como auxiliar técnico en atención a personas con diversidad funcional. La gente del centro le ha cogido mucho cariño y, por eso, su despedida ha sido muy emotiva.

Urdangarin salía de Don Orione con una amplia sonrisa, que se intuía claramente tras la mascarilla, y se paraba en la puerta para decir adiós y abrazar a un compañero del centro. Además, se escuchaban aplausos de las personas que se encontraban dentro, por lo que todo apunta a que ha entablado una bonita relación con todos los que han trabajado con él. A su salida, respondía a los medios que se encontraban a las puertas: "¿Qué tal? Buenas tardes. Estoy muy feliz", comentaba antes de meterse en el coche. Ahora comienza una nueva etapa cerca de sus seres queridos.

En esta noticia

Iñaki UrdangarinRealeza