Puede que la Reina Letizia se casara por la Iglesia con Don Felipe porque no le quedaba otro remedio, si bien es cierto que Doña Letizia confesó que cuando conoció al entonces Príncipe de Asturias vio la luz de la fe católica. Sin embargo, Meghan Markle contrajo matrimonio religioso con el Príncipe Harry con todo el convencimiento.
No es casualidad que escuchara y mirase con tanta devoción a Michael Bruce Curry, obispo presidente de la Iglesia episcopal de Estados Unidos, en su boda con el Duque de Sussex en la Capilla de St George de Windsor Castle, porque de acuerdo con el libro 'Finding Freedom', Meghan Markle es muy religiosa.
La fe de Meghan Markle en Dios juega un papel central en su vida y le ha ayudado a superar los momentos más duros de su vida. Para la Duquesa de Sussex, su fe es muy importante y parece que el Príncipe Harry la entiende y también se siente más cerca de la religión.
Anglicana por amor, religiosa por convicción
Hay personas que crecen en una determinada fe y conforme se van haciendo adultos abandonan sus creencias. Ene el caso de Meghan Markle fue al contrario. Su familia no era demasiado religiosa. Además, sus padres no compartían la misma religión y por ello no bautizaron a la Duquesa de Sussex, esperando que ella decidiera por sí misma cuando creciera. Poco a poco fue creciendo su fe en Dios y solía rezar, algo que ha seguido haciendo. Además, cuando grababa la serie 'Suits' reunía al equipo para rezar juntos antes de empezar a trabajar. De esta forma buscaba que todos estuvieran más unidos.
Para entrar en la Familia Real Británica, Meghan Markle quiso tener un detalle con la Reina Isabel y abrazar la fe anglicana. Lo hizo por respeto a la Monarca y por convencimiento personal. Sucedió en marzo de 2018 en la Capilla Real del Palacio de St James ante 18 personas. Además, forjó un fuerte vínculo con el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que fue precisamente el que ofició la boda de los Duques de Sussex el 19 de mayo de 2018.