Mucho ha cambiado la vida de los Duques de Cambridge desde que se casaron en 2011. En un primer momento se dio prioridad al trabajo del Príncipe Guillermo como piloto de ambulancias de búsqueda y rescate, lo que les llevó a vivir en la isla de Anglesey (Gales), a pesar de que seguían teniendo su residencia en Kensington Palace. De Gales regresaron a Londres, para tiempo después marcharse a Anmer Hall a la residencia que la Reina Isabel les cedió en Norfolk y donde criaron a sus dos hijos mayores en sus primeros años de vida.
Sin embargo, la Reina ordenó a los Cambridge que regresaran a Londres y se instalaran de forma definitiva en Kensington Palace para así asumir más compromisos con la Corona. El Príncipe Guillermo dejó la RAF y se centró en la Royal Foundation y en los actos institucionales, al igual que Kate Middleton. Sin ser los royals más trabajadores, honor reservado para la Reina, el Príncipe Carlos y la Princesa Ana, con el paso de los años han tomando más protagonismo y han ido sumando compromisos institucionales.
Al llegar a 2020 se ha producido el despegue definitivo. La avanzada edad de la Reina ha dado más importancia el eterno Príncipe de Gales, que asume que está a un paso de tomar la Corona. Eso convertirá a los Duques de Cambridge en Príncipes de Gales, con todo lo que eso implica. Además, el Sussexit ha colocado en el centro absoluto a Guillermo y Kate, por lo que su ritmo de trabajo se ha incrementado.
Un ejemplo de eso ha sido la frenética agenda de los Cambridge, juntos y por separado, que les ha llevado incluso a compartir acto oficial con el Príncipe Carlos y Camilla Parker, lo que no ocurría desde diciembre de 2011. Es común que las dos parejas aparezcan juntas en actos familiares y solemnes a los que acuden numerosos miembros de la dinastía Windsor, pero había pasado casi una década desde que no se veían a Carlos, Camilla, Guillermo y Kate, solo ellos cuatro, en un acto oficial.
Su agenda conjunta les llevó al Centro de Rehabilitación Médica Stanford Hall. Allí mostraron la fuerza de la Casa Real Británica y se mostraron cómplices. Hubo momentos de confianza y de buen rollo entre padre e hijo cuando el Príncipe de Gales puso las manos sobre los hombros de su heredero con mucho cariño cuando el Duque de Cambridge estaba jugando al baloncesto en silla de ruedas. Como dato, consiguió encestar a la tercera. En unos tiempos difíciles para la Corona, el Príncipe Carlos sabe que puede contar con su primogénito.
Además de eso, el Príncipe Guillermo fue el anfitrión de una recepción celebrada en el Palacio de St James de Londres a Metropolitan and City Police Orphans Fund con motivo de su 150 aniversario. El Duque de Cambridge, que es patrón de esta entidad, charló animadamente con numerosos invitados, poniendo especial interés en atender a los niños que estaban presentes.
Kate Middleton recorre Reino Unido
Más intensa fue la agenda de Kate Middleton, que sigue de gira para presentar '5 Big Questions', proyecto de la Royal Foundation en el que ha puesto su empeño personal con el que busca construir la generación más saludable de la historia. Anteriormente pasó por Birmingham, Cardiff y Surrey. Más tarde ha viajado a Ark Open Farm, una granja escuela de Belfast. Allí se lo pasó en grande con los animales y se divirtió entre niños.
De Irlanda del Norte se trasladó a Escocia, concretamente a Aberdeen, donde visitó el café Social Bite para hablar con los empleados y voluntarios que han pasado por duras experiencias durante su infancia para así conocer el impacto que ha tenido en sus vidas. La Duquesa de Cambridge también se puso a cocinar con la mejor de sus sonrisas. Aunque no sea la mejor cocinera del mundo, ya ha demostrado tanto en sus actos oficiales como en el especial navideño 'A Berry Royal Christmas' que le encanta estar entre fogones, sobre todo si es por una buena causa.