El vestido con el que Lady Di bailó en la Casa Blanca con John Travolta encuentra comprador fuera de la subasta organizada en torno a él.
El vestuario que lució Diana de Gales aún hoy en día sigue en boca de muchos entendidos en modelaje debido a su personalidad y características. El estilismo de la Princesa era admirado por donde pasaba, y sus diferentes ropajes marcaron momentos muy importantes, muchas veces también por su simbolismo. Una de esas icónicas imágenes se remonta a 1985, momento en el Lady Di acudía a una cena benéfica en la Casa Blanca ataviada con largo vestido de terciopelo que no dejó indiferente a nadie.
Además, en ese mismo evento, la británica bailó con John Travolta, sin duda un momento que pasó a la historia representado en un vestido. Conocedora de su importancia, Diana de Gales lo subastó en su momento por 117.000 euros para recaudar fondos para organizaciones encargadas de enfermos de SIDA. Tras la quiebra de la nueva dueña, el vestido volvió a salir a puja en 2013, siendo adquirido por 278.400 euros por un británico que quería sorprender a su mujer. A pesar de estas idas y venidas, el vestido volvió a estar sin nuevo comprador definitivo.Comprador ajeno a la subasta
Es por esto que el vestido salió por tercera vez a subasta con Kerry Taylor, estimando que alcanzaría entre 330.000 y 450.000 dólares, algo que no se cumplió, pues las ofertas no alcanzaron el precio de reserva de alrededor de 265.000 dólares. Sin embargo, el vestido fue vendido tras de la subasta a una institución británica por unos 290.000 dólares. El vendedor estaba "encantado porque esperaba que se quedara en el Reino Unido", según apunta la propia casa de subastas.
A pesar de esta situación, otros dos conjuntos de Lady Di se vendieron en la misma subasta a precios superiores a los estimados. Entre ellos, un vestido de noche de terciopelo azul de la diseñadora Katherine Cusack vendido por más de 60.000 dólares y un vestuario de Catherine Walker por 37.000 dólares, por lo que finalmente la subasta entera no fue en vano y el icónico vestido de Lady Di ha encontrado dueño, aunque no se sabe si será el definitivo.