Las estadísticas no son claras sobre qué porcentaje de población LGTBIQ+ hay en el mundo, también porque existen todavía países en los que pertenecer a este colectivo es delito penado incluso con la muerte. En los estados en los que no se persigue a las personas por amar a personas de su mismo sexo todavía hay numerosos tabús y mucho por avanzar. La realeza, que no solo representa, sino que apoya causas sociales, benéficas y trabaja por mejorar la vida de las personas, sigue habiendo tabús que afortunadamente se van rompiendo poco a poco. Las Casas Reales de Europa apoyan cada vez más al colectivo LGTBIQ+ aunque sea tímidamente. Mette-Marit de Noruega prologó en 2009 el libro 'Cómo salir del armario'. Además, se ha mostrado a favor del matrimonio igualitario y ayudó a una pareja de amigos formada por dos hombres que habían tenido dos hijos por gestación subrogada en La India. La pareja tuvo que enfrentarse a problemas legales al no tener visado, así que la consorte de Haakon de Noruega utilizó su pasaporte diplomático para cuidar a los niños hasta que sus padres pudieron hacerlo.
En Suecia han sido algo más tímidos, aunque Victoria de Suecia acudió en 2013 a la Gaygalan en Estocolmo para otorgar el premio al Homosexual del Año, y en 2017 llevó a su hija Estela de Suecia a una representación del grupo de drag queens After Dark. En España, los Reyes estrenaron su reinado en 2014 abriendo el Palacio Real de El Pardo a representantes de asociaciones, entidades y ONG, entre ellos a FELGTB y la Fundación Triángulo. Además, Felipe VI aceptó aparecer en la portada de la revista gay Ragap, donde se habló de él como "El Primer Jefe de Estado de España que escucha a la comunidad LGTB".
Que los royals sean tolerantes y muestren su respaldo total a la igualdad es importante y necesario, pero una cosa es apoyar y otra que haya personas del colectivo dentro de su propio colectivo, valga la redundancia. Eso ya es otra historia. ¿Los hay? Claro, como en todas partes, por mucho que el ex Presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, comentara sin ningún tipo de decencia que en su país no hay homosexuales. El problema es que dentro de una institución tan tradicional puede resultar complicado que salgan del armario con normalidad y puedan vivir libremente la vida que deseen vivir, la vida que merecen vivir. A lo largo de la historia ha habido algunos casos, muchos de ellos más rumores que otra cosa, y otros... quizás hubo escarceos, pero era imposible que pudieran vivir su sexualidad libremente. No podía el pueblo, y no podían los royals. ¿Y qué pasa hoy?
Aunque en el pasado hubiera homosexuales o bisexuales en la Familia Real Británica, no hay más que ver la película 'La favorita' para acercarse a la vida íntima de la Reina Ana, la última Estuardo, otra cosa es poder vivirlo abiertamente. El único que se ha atrevido a salir del armario ha sido Lord Ivar Mountbatten, que en 2016 confesó abiertamente su homosexualidad. El aristócrata es pariente lejano de la Reina Isabel y más cercano del Duque de Edimburgo, además de íntimo amigo del Príncipe Eduardo, tanto que es padrino de su hija mayor, Lady Louise Mountbatten-Windsor.
Lord Ivar Mountbatten, hijo del III Marqués de Milford Haven y descendiente de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, se casó con Penelope Anne Vere Thompson en 1994. Fueron padres de tres hijas, Ella (1996), ahijada del Príncipe Eduardo, Alexandra (1998), ahijada de Sophie Rhys-Jones, y Louise (2002). La pareja se separó en 2010 y se divorciaron en 2011, aunque su ruptura fue civilizada y se llevan muy bien. Lord Ivar confesó que sus hijas se lo habían tomado de distinta manera unas de otras, pero al final, las tres habían entendido la homosexualidad de su padre y le apoyaron.
En 2016, Lord Ivar confesó que estaba con James Coyle, al que había conocido meses atrás en Verbier (Suiza). Finalmente, el 22 de septiembre de 2018, Lord Ivar Mountbatten se casó con James Coyle en una boda en la que no faltó Penelope Thompson. Son todo un ejemplo de familia moderna e inclusiva y quizás un modelo para las siguientes generaciones de la realeza, que puedan vivir su orientación sexoafectiva de forma libre y natural desde el principio.
Los royals británicos que apoyan al colectivo LGTBIQ+
Además de eso, en junio de 2019, el Príncipe Guillermo visitó la Fundación Albert Kennedy Trust para conocer más sobre el problema de la falta de vivienda de los jóvenes LGTBIQ+. Allí fue preguntado por qué le parecería si alguno de sus tres hijos saliera del armario, algo a lo que no dudó en contestar que le apoyaría completamente. Eso sí, matizó que aunque no le preocuparía la homosexualidad de sus hijos, sí cómo la presión que recaería sobre ellos debido a su rol como miembros de la Familia Real Británica podría afectarles. Para ellos, los Duques de Cambridge apuestan por la comunicación para preparar a sus hijos.
No podían faltar los Duques de Sussex. Con la llegada de junio de 2019, el Príncipe Harry y Meghan Markle utilizaron su cuenta de Instagram para apoyar al colectivo LGTBIQ+. Junio es el mes del Orgullo, y con su cuenta casi recién estrenada, optaron por tener este gesto tan importante y necesario: " Este mes rendimos tributo a las organizaciones que apoyan a la comunidad LGTBQ+, viejos y jóvenes, sus familias y amigos, que se fijan en el pasado y que mantienen la esperanza de un merecido futuro más inclusivo ". Para finalizar, los Duques de Sussex comentaron: " Estamos con vosotros y os apoyamos. Porque es muy sencillo: amor es amor ". Pese a su salida de la Casa Real Británica no han dejado de apoyar a un colectivo que tiene todavía mucho por lo que luchar.