"No soy una princesa. Mi madre sí, yo soy la sobrina de un jefe de Estado y como tal tengo algunas obligaciones de representación, pero nada demasiado restrictivo ni excepcional", ha confesado una joven que de no haber visto nacer a los mellizos de su tío Alberto II, el Príncipe Jacques y la Princesa Gabriella, podría haber sido testigo de cómo su hermano Andrea Casiraghi ostentaría en el futuro el Trono de Mónaco, dándole a ella así mayor relevancia institucional.
La llamada princesa de Europa, aunque no tiene título ni lo quiere, nació el 3 de agosto de 1986, siendo la segunda hija de la primogénita del Príncipe Rainiero III de Mónaco y de Stefano Casiraghi. Era la primera mujer de una generación que ha sido muy prolífica, pues Rainiero y Grace son abuelos de 11 nietos, de los cuales ella no conoció a ninguno, y él a 7. Hay muchas féminas en su clan entre madre, hermana, cuñada, tía y primas, pero han sido los hombres quienes han marcado la vida de Charlotte Marie Pomeline. De este modo, repasamos los 6 varones más importantes que han pasado o siguen en la vida de esta amazona de la realeza.
1 Rainiero de Mónaco, el abuelo materno tan querido
La relación con su abuelo paterno fue siempre buena, de hecho al cumplir 5 años los Casiraghi le regalaron una isla en la costa de Cerdeña, pero con Rainiero era todavía más especial. A pesar de que tras la muerte de Casiraghi, la Princesa Carolina se marchó con sus hijos a La Provenza Francesa, Rainiero Grimaldi siempre estuvo cerca. Fue siempre muy protector con sus nietos, y tenía especial cariño a esa niña, que aun siendo morena, le recordaba tanto a su añorada Grace Kelly.
Para superar la muerte de su padre, Carlota empezó a montar a los 3 años, una pasión que heredó de su madre y que encantaba al abuelo Rainiero, que hacía todo lo posible por que su nieta fuera feliz. La amazona sufrió mucho con la enfermedad de su abuelo, que se iba apagando poco a poco hasta que falleció el 6 de abril de 2005 a los 82 años. Para Casiraghi fue como perder otra vez a un padre.
2 Alberto de Mónaco, el segundo padre
Si Rainiero de Mónaco fue un abuelo adorado, el tío Alberto ha sido toda la vida como un segundo padre para Carlota, o incluso el primero, habida cuenta de lo rápido que la vida se llevó a Stefano Casiraghi. Su condición de soltero y su buena relación con su hermana Carolina han propiciado que se llevara especialmente bien con los hijos de esta, a los que tiene un cariño especial. A lo largo de los años ha quedado claro que Carlota Casiraghi tiene mucho contacto y mucha afinidad con Alberto, algo que se ha trasladado a la vida oficial.
Alberto II de Mónaco ha contado con su sobrina para compromisos oficiales pese a no formar parte de la Familia Real, sobre todo en actos relacionados con la hípica. Se tienen mucho cariño, y son continuos los guiños que el Jefe del Estado hace con la que sin duda es su sobrina favorita. Uno de ellos fue que el nacimiento de su hijo Raphaël fue comunicado oficialmente, algo que no se ha hecho con los vástagos de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, y eso que el niño ni siquiera entra en la línea de sucesión al Trono al haber nacido fuera del matrimonio, y por tanto ser considerado ilegítimo. Para Alberto, seguro que ya también es uno de sus sobrinos favoritos.
3 Alex Dellal, su primer gran amor
Carlota Casiraghi es tan inquieta en el amor como lo fue su madre. Su corazón latió por primera vez con el aristócrata austriaco Hubertus Herring Frankensdorf, con el que salió entre 2001 y 2002. El siguiente en ocupar su vida fue Félix Winckler, hijo de un abogado belga con el que estuvo entre 2004 y 2006. Todo cambió cuando conoció a Alex Dellal, con el que vivió una apasionada historia de amor que todo el mundo creyó que terminaría en boda.
Carlota Casiraghi empezó a salir en 2007 con Alex Dellal, hijo de un millonario empresario británico de origen iraní y de una modelo brasileña. Le conoció a través de la hermana de este, la modelo Alice Dellal, y desde el primer día hubo flechazo. Su relación era perfecta, estaban profundamente enamorados, y ambas familias estaban encantadas, sobre todo Carolina de Mónaco, que casi prefería el dinero a los títulos que un aristócrata pudiera dar a su hija; encima, el chico era adecuado, le caía bien y congeniaba con la parentela política. En 2011, Alex Dellal acudió a la boda de Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock, al igual que hicieron sus hermanos Andrea y Pierre, que llevaron a quienes hoy son sus esposas. Carlota era joven, pero se esperaba que diera el paso más pronto que tarde. Todo se torció en enero de 2012 cuando comenzaron unos rumores que dejaban ver que su amor se había roto. Y entonces se confirmó. Él podría haber sido el hombre de su vida, pero no lo era...
4 Gad Elmaleh, el padre de su hijo
La relación de Carlota Casiraghi y Alex Dellal duró hasta que apareció Gad Elmaleh. En invierno de 2012 se confirmó que la amazona salía con este francés de origen magrebí que es nada más y nada menos uno de los grandes cómicos del país galo. Casiraghi se mudó enseguida con él a París y vivieron un romance que no fue tan apasionado como con Dellal, pero que llenaba más profundamente a una mujer con estudios filosóficos que busca algo más que una cara bonita.
Su relación terminó convenciendo hasta al hueso más duro de roer, la Princesa Carolina, que debió olvidar su propio currículum sentimental y no entendía por qué su hijo había cambiado al partidazo que representaba Dellal por un cómico 15 años mayor que ella, poco agraciado, separado y con un hijo. Pero Elmaleh tiene mucho carisma, es agradable y simpático y no tardó en conquistar a todos y cada uno de los Grimaldi.
Con los Casiraghi fue fácil, con el tío Alberto no hubo que hacer nada, lo que quiera su sobrina está bien, y Estefanía no se mete en la vida de su familia. Finalmente la Princesa Carolina se abrió a su yerno, al que empezó a adorar. Su amor fructificó en diciembre de 2013 con la llegada de un varón llamado Raphaël. Menos de dos años más tarde, su relación acabó al entrar en escena Lamberto Sanfelice. Carlota Casiraghi cogió al niño y se marchó a Mónaco, mientras Elmaleh se refugió en su prolífica carrera y en sus monólogos, esos que le han levado a viajar por medio mundo. Tras un aparente conflicto por el niño, parece que entre ellos al menos hay calma.
5 Raphaël, el gran hombre de su vida
"Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh tienen la alegría de anunciar el nacimiento de su hijo, Raphaël, nacido en Mónaco el 17 de diciembre de 2013", señaló el comunicado, añadiendo que "las abuelas se encuentran bien", un guiño cómico idea de Elmaleh y aprobado por Alberto II. Así se confirmaba que los Grimaldi tenía un nuevo miembro, y eso que la amazona se había negado a decir abiertamente lo que era una realidad: que estaba embarazada.
El niño, segundo de los tres nietos de la Princesa Carolina, es ilegítimo a ojos de la línea sucesoria monegasca, estando excluido al haber nacido fuera de un matrimonio católico. Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh nunca llegaron a casarse, por lo que Raphaël jamás será Príncipe de Mónaco, algo que por otra parte era bastante complicado, ya que tiene cuatro niños por delante en la sucesión. Nació en Mónaco y ha vivido casi toda su corta vida en París, alternando la capital francesa con estancias en su país natal y en Los Angeles, donde estuvo por motivos profesionales de su padre. Ahora vive en Roma con su madre y ve regularmente a Gad Elmaleh. El pequeño se parece más a su progenitora, sobre todo en los labios, aunque poco se le ha visto, ya que su Carlota Casiraghi le esconde totalmente del foco mediático.
6 Lamberto Sanfelice, la gran sorpresa efímera
Carlota Casiraghi se relaciona con la flor y la nata. Tiene grandes amigas de la alta sociedad, por eso no es extraño que conozca a Ginevra Elkann, nieta de Gianni Agnelli, magnate de Fiat. Fue ella quien le presentó a Lamberto Sanfelice, un cineasta proveniente de la nobleza que le robó el corazón.
Por él dejó a Gad Elmaleh, por él se marchó de París y se instaló en el país de su padre. Desde otoño vive en Roma con él, llevando una vida apacible con la que está encantada. Es con él con quien celebró su 30 cumpleaños, y parecía que iba a ser el director el que le llevara al altar y quien le ayudaría a romper la maldición Grimaldi, pero no. Su amor fue tan apasionado como efímero.
Sus hermanos Andrea y Pierre, los que siempre están ahí
Además de estos 6 hombres que han marcado la vida de Carlota Casiraghi, hay otros dos que destacados aparte, sus hermanos. La amazona nació cuando su hermano Andrea tenía 2 años, y contaba con 13 meses cuando vino al mundo su hermano Pierre.
Los tres eran muy pequeños cuando se quedaron huérfanos de padre, un dolor que en un primer momento no pudieron entender, pero que les sirvió para fortalecer su unión. Sus primeros años tras el deceso, tranquilos en La Provenza, fueron tiempos duros, pero a la vez felices, de juegos y descubrimientos. Con el paso de los años volvieron a Mónaco, donde residieron hasta que se hicieron mayores y tomaron caminos separados. Andrea vive en Londres, Carlota residía en París hasta que se mudó a Roma por amor, mientras que Pierre reside entre Monte-Carlo y Milán. La distancia no ha hecho mella entre ellos, y menos la llegada de las cuñadas y los niños, que los ha unido todavía más.
Son distintos, y mientras Andrea es más alocado, Carlota es más profunda, y Pierre más pragmático, sin embargo son una piña. Hay quien piensa que los hermanos que mejor se llevan son los del mismo sexo, pero no es el caso con los Casiraghi, que guardan una relación excepcional, sobre todo porque se llevan muy poco tiempo. Carlota Casiraghi quiere y admira a sus hermanos, y aunque tiene mucho aprecio a la pequeña de la casa, Alexandra de Hannover, Andrea y Pierre son muy especiales para ella. Sin duda, Carlota Casiraghi ha tenido suerte con sus hombres.